El Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) comienza este viernes las celebraciones de su edición 40. El evento fílmico se realizará del 6 al 14 de junio consolidándose como uno de los grandes espacios para que el cine mexicano conecte con una audiencia real en diferencia a la realidad cotidiana de los estrenos comerciales, en donde de las 112 películas estrenadas en el 2024, sólo dos películas superaron el millón de boletos vendidos (El candidato honesto y El roomie).
Este dato, sacado del Anuario Estadístico del Cine Mexicano 2024 es relevante si consideramos el panorama de tener a filmes hollywoodenses como Intensamente 2 que casi alcanzó los 26 millones de boletos vendidos para liderar nuestra taquilla y que aún se siente lejos del décimo lugar que fue la secuela de Beetlejuice con 5.6 millones.
Más aún, a las películas mexicanas mencionadas solo se añade que seis más superaron el medio millón de boletos vendidos y otras nueve apenas superaron los cien mil boletos. Después del sitio 18 hasta el 112 en el tabulador de boletos vendidos al cine mexicano hay un descenso dramático con películas que llegaron a tener 28 asistentes.
Así, el festival tapatío se convierte en un oasis para poder conectar con cine mexicano considerando que su más reciente edición en 2024 reunió a poco más de 94 mil personas, es decir, la asistencia generada por los últimos 70 filmes (de los 112 estrenados) a nivel comercial en todo el 2024.
“Llegamos con mucha fuerza, llegamos con mucha experiencia acumulada, ¿no? Yo creo que hemos aprendido muchísimo de las cosas que hemos hecho y de las cosas que nos han pasado, también”, expresó Estrella Araiza, directora del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), en entrevista exclusiva con El Heraldo de México.
“Hemos aprendido muchísimo cómo los movimientos políticos nos afectan a nosotros, culturalmente, como festival. Y no sé, yo creo que una de las cosas que más me gusta de estar en el festival es darme cuenta de cómo se afecta la vida de las personas. Entonces, no sé, llegamos muy reflexivos, un poco nostálgicos y así. Pero bueno, llegamos”, añadió.
UNA CRISIS QUE LLEGÓ A CANNES
La participación del cine mexicano en la más reciente edición del Festival de Cannes fue poca. Ninguna película nacional estuvo en alguna de las competencias oficiales y no es novedad pues en años anteriores (desde la llegada al poder de AMLO) solo estuvo Emilia Pérez (que es una coproducción mayormente francesa; 2024); Perdidos en la noche, de Amat Escalante, y Eureka, de Lisandro Alonso (mayormente de Argentina) en el 2023, son los que han optado por la Palma de Oro (sin contar a las películas en que Julio Chavezmontes se ha sumado como productor a nivel internacional); y solo Noche de fuego, de Tatiana Huezo, y La civil, de Teodora Mihai, han estado en la sección Una Cierta Mirada, en 2021.
México ha perdido la fuerza de su cine a nivel global desde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. No olvidar el bochorno que pasó María Novaro, directora del IMCINE, en el 2019 de regresar al país desde Cannes en pro del gobierno de la austeridad y que fue la medida sistemática que tendría la mano gubernamental respecto al cine.
La directora del festival de Guadalajara estuvo presente en la más reciente edición de Cannes (pues la asistencia de los festivales mexicanos ha sido constante) y habló de la presencia del cine mexicano, esta vez con Daniela Alatorre presente como directora del IMCINE y con la esperanza de que con el gobierno de Claudia Sheinbaum las cosas cambien.
“La administración de IMCINE es nueva y sí fueron, sí tuvieron un stand, sí tuvieron participación en el marché. Pero el hecho de que no haya habido ninguna película en competencias, en ninguna competencia, ni en premios paralelos, creo que habla muchísimo acerca de la política del sexenio anterior con relación a dejar de participar y dejar de estar presente en los mercados”, expresó Estrella Araiza.
“Eso a mí me refuerza muchísimo que el Festival de Guadalajara, que nunca dejamos de ir y que nunca dejamos de estar presentes, pues seguimos siendo como un referente. Ahora, ¿nos volvemos a ser un referente para hacer cosas de producción? Pues sí, porque no había otra situación. Entonces, afortunadamente también tuvimos lo de la política pública de Jalisco, que eso ayudó al ambiente de producción”, expresó.
Pero la experiencia de estar en el festival francés dio alguna esperanza de que, al menos para el IMCINE, es prioridad buscar regresar a tener presencia en festivales de gran envergadura: “Y yo creo que esta nueva administración de IMCINE tiene como claro que sí hay que estar presentes para que podamos figurar y que podamos, pues tal cual, promocionar los nuevos talentos”, dijo.
“Hay una situación que es muy complicada cuando se trata entre la diferencia de figurar uno mismo, el promocionar a otras personas y promocionar otros talentos. Yo creo que hay que entender muy bien esa diferencia y hay que entender muy bien cuál es nuestro trabajo”, añadió.
“Y entonces el trabajo mío del Festival es el promocionar y el hacer que nuevos talentos existan y salgan. Y eso es lo que vamos a seguir haciendo. Y yo creo que si más personas e instituciones se sumarán a esta situación de promover al otro de una manera empática y sólida, yo creo que sería muchísimo más exitoso el cine para todos”, enfatizó.
INCERTIDUMBRE CON LA NUEVA ADMINISTRACIÓN
De la mano con la presencia de IMCINE en Cannes, Estrella Araiza habló de las expectativas respecto al nuevo gobierno federal y los apoyos a los festivales de cine y a la cultura en general. El clima por el momento es de incertidumbre:
“Yo creo que son conversaciones que tenemos que tener. Te puedo decir que hay muy buena comunicación con el Instituto Mexicano de Cinematografía, que son miembros de nuestro patronato. O sea, que sí hay manera en la que nosotros nos podemos comunicar”, comentó.
“Ahora, nosotros (como festival) hacemos lo que podemos hacer, hasta cierto punto y después es necesario que se hagan otros puntos. Entonces, yo la verdad no sabría cómo responder eso, porque ahorita la comunicación es muy sólida, tenemos muy buena comunicación con ellos”, sumó.
“No sé cómo voy a pintar para el futuro. O sea, porque sí, eso depende de cómo sea la línea del gobierno, de este nuevo gobierno. Y eso todavía no lo podemos saber. Nadie. Honestamente, yo espero que sea positivo, o sea, que ellos entiendan que es positivo lo que nosotros hacemos, lo que ellos hacen, que puede ser en beneficio de una comunidad entera, no solamente para la Ciudad de México, sino para el país. Y ojalá y vaya por esa línea, honestamente”, complementó.
EDICIÓN 40 DEL FICG, PARA MOSTRAR SU MADUREZ
El Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) comenzó hace 40 años en una sala universitaria y hoy en día es uno de los eventos fílmicos más importantes del país. Para celebrar la edición de este año se contará con la presencia de Portugal como el país invitado y habrá una serie de homenajes como el que harán al cineasta español Juan Antonio Bayona.
Dolores Heredia recibirá el máximo reconocimiento del FICG a la trayectoria, el Homenaje Mayahuel de Plata, por su carrera de 40 años como actriz y productora, misma que será capturada en un libro que presentará ante el público cinéfilo. También recibirán galardones la productora Mónica Lozano (Mayahuel homenaje Industria FICG), la actriz chilena Daniela Vega (Premio Maguey Queer Icon) y Denisse Guerrero (Premio Maguey Trayectoria).
Además, el festival estrena nueva sección bajo el nombre de Cine de Género, que buscará brindar un espacio a películas cuyos lenguajes y estéticas transitan el terror, la fantasía y la ciencia ficción.
Esta gran fiesta fílmica arrancará con la proyección de Soy Frankelda (2025) de los hermanos Roy y Arturo Ambriz. La primera película mexicana hecha completamente con la técnica de stop motion seguirá al personaje que ya se conoce desde la serie en streaming Sustos ocultos de Frankelda (2021), dentro de una historia en la que tendrá que restablecer el equilibrio entre la ficción y la realidad.
Además de que a nivel Iberoamérica su competencia oficial es una de las más poderosas y la sección Mezcal para el cine mexicano es una de las más relevantes junto a la del festival de Morelia.
“No es nuestra edición más ambiciosa. O sea, yo creo que siempre tenemos la misma ambición desmedida, ¿no? Y que más bien lo que hacemos es como, nosotros nunca presionamos en un tenor negativo, sí, pero este año sí apretamos”, comentó Estrella Araiza.
“O sea, sí te puedo decir que sí apretamos, yo creo que por motivo de la cuarenta y apretamos varias cosas que estaban como en el tintero, que habíamos dejado medio ahí, pero me da gusto porque yo creo que eso concretó una edición muy completa”, añadió.
Para la directora del festival se trata de un año para celebrar la conexión con un público: “Yo no me voy a apurar a decir exitosa y genial y tal, ¿no? Pero creo que sí cumple como el panorama de manera muy completa de algo que va a suceder y que todas las personas cinéfilas o personas que quieren hacer cine se van a poder pegar un fiestón que va a ser muy importante, ¿no? Entonces, creo que para eso lo hacemos”, dijo.
“O sea, para las personas cinéfilas potencialmente pueden pasar los nueve días encerrados en salas desde temprano hasta en la tarde y poder ver todas las diferentes competencias que ahora son diez, ¿no? Con la competencia de género. Y también para todas las sensibilidades y para todas las emociones. Entonces, yo creo que lo único que estamos haciendo es como presentar un panorama muy diverso, completo y yo espero que lo disfruten”, agregó.
Finalmente, Araiza habló del rumbo que tomará el festival desde la edición que comienza este viernes: “Fíjate que ahorita nos hemos puesto muy reflexivos con relación a todo lo que está sucediendo en la vida, en la vida del festival. Y yo creo que los objetivos de los festivales es seguir siendo el espacio para que las nuevas conexiones y los nuevos cineastas puedan ejercer, empezar sus carreras, ejercer sus carreras y despegar en sus carreras. Eso es lo principal para nosotros”, comentó.
“Y después también una de las reflexiones que hemos tenido mucho este año es en no abrazar tanto como los datos cualitativos y la big data y tal, ¿no? Y más bien abrazar todo lo que tiene que ver con lo cuantitativo. ¿Cómo afectamos las vidas de las personas? ¿Cómo podemos hacer que alguien sonría? O sea, como ese tipo de cosas que son súper cursis, esas son las que nos vamos a fijar. Porque la verdad creo que ahí es en donde está el espacio para que nosotros podamos cambiar la vida de alguien”, concluyó.
MAAZ
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