Cuando se trata de innovación tecnológica, el verdadero triunfo no es conseguir un producto superventas, sino ser capaz de adelantar cuál será el que más se venderá una e incluso dos décadas más tarde. Ese talento es el que ha hecho que muchos fundadores de grandes tecnológicas hoy se encuentren entre las mayores fortunas del mundo.
En mayo de 2005, con el iPod vendiéndose como churros y revolucionando la forma de escuchar música, Bill Gates auguró en una entrevista a un medio alemán que, unos años más tarde, el iPod iba a ser irrelevante.
Aunque por aquellos años, muchos interpretaron sus palabras como agoreras y fruto de la incapacidad de Microsoft para hacer frente al éxito del iPod, Gates dio en el clavo. El lanzamiento del iPhone en 2007 y la llegada de los smartphones supusieron el primer clavo en su ataúd.
Bill Gates lo vio venir. Microsoft lo dejó escapar
En su entrevista para el Frankfurter Allgemeine Zeitung, el millonario tecnológico afinó su bola de cristal del sector tecnológico. Dos años antes del lanzamiento del primer smartphone tal y como lo conocemos en la actualidad, predecir cómo sería el mercado de los móviles dos décadas más tarde.
“El mercado de los teléfonos móviles es estratégicamente fundamental. Cada vez se integrarán más funciones en un único dispositivo, y esto requiere soluciones de software. La perspectiva de tener todas las funciones relevantes en un solo dispositivo será irresistible para los consumidores”, adelantó Gates en 2005.
Con esa afirmación, el millonario fundador de Microsoft daba en el clavo con lo que iba a suceder en la próxima década con el desarrollo de la industria de los smartphones.
No obstante, además de verlas venir, las empresas deben ser capaces de posicionarse en el lugar adecuado para aprovechar esas predicciones y eso, con Steve Ballmer ya al frente de la compañía dudando del éxito del modelo de negocio que anticipaba el iPhone, fue la gran asignatura pendiente para Microsoft.
Pese a los esfuerzos con Windows Phone, el enorme mercado del software para móviles que pronosticaba Gates iba a quedar en manos de Google y Apple con sus respectivos sistemas operativos, mientras que Microsoft quedó relegado a una cuota de mercado minoritaria con un sistema operativo que no convencía.
Predijo la caída del iPod, no el éxito del iPhone
“No creo que el éxito del iPod pueda sostenerse en el largo plazo, por muy buena que sea Apple. Creo que se pueden establecer paralelismos con los ordenadores: aquí también Apple solía ser extremadamente fuerte con su Macintosh y su interfaz gráfica de usuario (similar al iPod actual) y luego perdió su posición. Los consumidores quieren más opciones y las obtendrán porque hay mucha innovación en este área”, aseguraba Gates en 2005.
De nuevo, acertó al 100% en lo que los consumidores exigirían a los dispositivos móviles en la siguiente década, y el iPod iba a quedarse corto. Sin embargo, de nuevo, y pese a la adecuada previsión del millonario, Microsoft no supo encontrar su espacio ni aprovechar sus fortalezas.
En cambio, Apple, no solo respondió a las exigencias de sus clientes integrando las funciones del iPod en el iPhone para hacerlo más versátil, sino que aprovechó la App Store para ampliar sus funciones abriendo una puerta a millones de aplicaciones. De ese modo, era Apple quien aprovechaba la premisa que, muy acertadamente, había anunciado Bill Gates.
Imagen | Flickr (World Bank Photo Collection), Xataka
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