Por Paulina Cerda Landero
La planeación urbana y la hospitalidad pueden parecer a simple vista disciplinas completamente distintas, sin embargo estas deberían estar profundamente interconectadas por un principio común: la necesidad de poner a la persona en el centro de la experiencia, que en el caso de una ciudad, siempre será la vida cotidiana de sus habitantes.
La hospitalidad, en su esencia más profunda, implica crear espacios donde cada persona se sienta bienvenida y considerada. En la filosofía griega antigua, la Xenía era un principio sagrado de acogida y protección al viajero. Aplicado al urbanismo, este concepto nos lleva a diseñar calles accesibles, espacios públicos inclusivos y áreas verdes que promuevan el encuentro y la movilidad. Una ciudad que vive la hospitalidad como una virtud en su urbanismo es aquella donde cada individuo, sin importar sus capacidades, puede desenvolverse con dignidad y autonomía.
En la antigua Grecia, la Xenía no era solo un acto de generosidad, sino una obligación moral y una tradición basada en la interacción de dos o más personas. La planificación urbana define la interacción que tiene el residente con su entorno, por lo que, crear calles accesibles, espacios públicos inclusivos, áreas verdes y espacios de recreación que incentiven la movilidad son estrategias indispensables para estructurar una ciudad que sitúe a la persona en el núcleo.

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- Espacios para la Inclusión y la Diversidad
La planeación urbana con un enfoque de hospitalidad debe trascender la simple funcionalidad y convertirse en un motor de inclusión. En un país como México, donde la diversidad cultural, social y económica es un pilar fundamental, las ciudades deben garantizar accesibilidad universal. Actualmente, solo el 6.5% de las calles de la Ciudad de México cuentan con rampas en todas sus vialidades, mientras que el 80% carece de ellas por completo (Expansión, 2022). Esto evidencia una falta de infraestructura básica para personas con movilidad reducida, limitando su autonomía y participación en la vida urbana.
La hospitalidad urbana implica generar espacios públicos seguros e integradores, en los que niños, adultos mayores, personas con discapacidad y distintos sectores de la población puedan interactuar y desplazarse sin barreras. Replantear el diseño urbano con un enfoque inclusivo no solo mejora la calidad de vida, sino que fortalece el tejido social y el sentido de pertenencia en la comunidad.
- Movilidad y tráfico: Un reto para la vida urbana
El tráfico es uno de los mayores desafíos urbanos. En la Ciudad de México, un residente pierde en promedio 152 horas al año en congestión vehicular, generando casi una tonelada de CO2 (Herrera, 2024). Una ciudad bien planificada debe garantizar viviendas accesibles para todo que todo estrato social pueda vivir cerca de su trabajo, escuela y servicios esenciales. La escasez de vivienda accesible en la ciudad obliga a millones de personas a recorrer largas distancias diariamente, pasando horas en transportes públicos y tráfico.
El Metro de la Ciudad de México, transportó en 2024 más de 1,171 millones de usuarios y recorrió más de 37 millones de kilómetros, evidenciando la alta dependencia de la movilidad masiva (STC, 2024). Esta infraestructura, aunque indispensable, no es suficiente si la planeación urbana no garantiza una distribución equitativa de la vivienda. Un modelo de ciudad equilibrada debe evitar la segregación espacial y fomentar comunidades mixtas donde las oportunidades de empleo y vivienda sean accesibles para todos.
- Sostenibilidad y hospitalidad: El futuro de las ciudades
La Ciudad de México enfrenta grandes retos en este aspecto, ya que solo cuenta con 3.8m² de áreas verdes por habitante, cuando la OMS recomienda un mínimo de 9m² (SEDATU, 2021). La concentración de zonas verdes está directamente relacionada a alcaldías con mayores ingresos, mientras que en alcaldías como Iztapalapa y Ecatepec existe un déficit significativo de áreas verdes (INEGI, 2022).
Para lograr un equilibrio, es fundamental que la planeación urbana contemple viviendas accesibles para todos los sectores socioeconómicos, evitando la segregación y fomentando comunidades diversas. Ciudades que priorizan estos aspectos logran una mejor calidad de vida, creando entornos donde sus personas se sienten seguras y valoradas. Implementar espacios públicos accesibles y políticas inclusivas fortalece la convivencia y promueve una sociedad más unida (Banco Interamericano de Desarrollo, 2023).
Incorporar la hospitalidad en la planeación urbana no es un ideal, sino una necesidad de gran urgencia para construir ciudades equitativas, funcionales y habitables, no habitacionales. Diseñar espacios accesibles, garantizar la cercanía entre vivienda, trabajo y servicios, y promover la sostenibilidad ambiental son pilares fundamentales para lograrlo.
Referencias:
Ford, A. (s.f.). Greek Terms and Concepts. Princeton University. https://www.princeton.edu/~aford/terms.html
Expansión. (2022, 12 de julio). Calles en México, inaccesibles para silla de ruedas. Obras Expansión.
https://obras.expansion.mx/infraestructura/2022/07/12/calles-mexico-inaccesibles-silla-de-ruedas
Herrera, P. (2024, 19 de febrero). CDMX: ¿cuánto tiempo pierden sus habitantes en el tráfico? UNAM Global.
https://unamglobal.unam.mx/global_revista/cdmx-cuanto-tiempo-pierden-sus-habitantes-en-el-trafico/
INEGI. (s.f.). Datos sobre discapacidad en México. INEGI. Recuperado de https://www.inegi.org.mx/
Villeda, H. (2024, septiembre 13). 51% de las áreas verdes en la CDMX se concentran en zonas privilegiadas.
Corriente Alterna. https://corrientealterna.unam.mx/reportaje/51-de-las-areas-verdes-en-la-cdmx-se-concentran-en-
zonas-privilegiadas/
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