El próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz, es un indígena de claroscuros. Mientras un sector aplaude su trabajo con comunidades indígenas, otro lo acusa de atentar contra dichos grupos para imponer los megaproyectos de Andrés Manuel López Obrador.
En todos los acordeones distribuidos por Morena en el País para la elección de Ministros había un nombre en común: Hugo Aguilar Ortiz, coordinador general de Derechos Indígenas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
Aunque llegó a esa instancia como mano derecha del titular de esa dependencia, Adelfo Regino, con quien trabajó durante muchos años en comunidades originarias de Oaxaca, su estado natal, pronto se convirtió en el operador del ex Presidente que le encargó las negociaciones con comunidades indígenas para que aceptaran sus megaproyectos.
Así, venció las resistencias de grupos originarios en la construcción del Tren Maya, del Corredor Interoceánico y del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, entre otros.
Sin embargo, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) denunció en 2019 que la consulta entre los pueblos indígenas para avalar el Tren Maya no cumplió con las normas.
“La convocatoria, el protocolo y la información presentada sólo hacían referencia a los posibles beneficios del proyecto y no a los impactos negativos”, sostuvo.
Licenciado en Derecho y con Maestría sin título aún, Aguilar Ortiz, nacido en San Miguel El Grande, Oaxaca, también fue el interlocutor con los legisladores para concretar la reforma en materia de derechos indígenas y aterrizar el plan para el pueblo yaqui.
De acuerdo con morenistas, fue petición de López Obrador que estuviera como prioridad en las listas, e incluso, “vender la idea” de que regresaría Benito Juárez -personaje central del ex Mandatario federal al máximo órgano de justicia.
Esa orden se atendió al pie de la letra. En todos los estados, las estructuras morenistas votaron por él, logrando 6 millones 195 mil 612 votos, el 5.3 por ciento de los sufragios para hombres. Ninguna de las cinco mujeres con mayor número de votos logró ese consenso.
Su llegada a la presidencia de la Corte no sólo trajo felicitaciones porque llega un indígena, también acusaciones y críticas por su trabajo. Incluso de legisladores de la 4T.
Irma Pineda Santiago, ex representante de los pueblos indígenas ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y actual diputada local por el PT en Oaxaca, afirma que si bien tiene esperanzas en Aguilar porque inyectará una nueva visión a la SCJN, no se pueden dejar a un lado “los claroscuros” que lo rodean.
“Su trayectoria profesional y de vida pueden darle esta perspectiva indígena intercultural a la Corte. Su llegada permite visibilizar a la población originaria que sigue existiendo en el País. Y esa visibilización, en la medida de lo posible, va a ayudar también al proceso de combate a la discriminación, al racismo”, apunta.
Sin embargo, es enfática: “Tampoco hay que dejar de mirar los claroscuros que toda persona y profesional tiene. No se pueden desestimar las observaciones que se le han hecho a su actuar dentro del sistema de Gobierno”.
Recuerda que para sectores de esas comunidades, él representa a un funcionario que ayudó a “legitimar” proyectos como el Tren Maya o el Corredor Interoceánico, que también “han lacerado bastante” a los pueblos indígenas.
La oaxaqueña advierte que no tiene ningún sentido comparar a Aguilar con el prócer Benito Juárez, pues no sólo son personajes muy distintos, sino que los tiempos que le tocarán enfrentar también.
“Le tocará construir su propia historia. Mucha gente de pueblos originarios tiene bastantes expectativas. Tenemos las esperanzas de que actúe desde su ser indígena y no sea consumido por el poder, que ese es un gran riesgo”, añade la originaria de Juchitán.
El abogado y activista mixe Joaquín Gálvez acusó hace unos días que el equipo jurídico del INPI, encabezado por Hugo Aguilar, le ofreció un cheque a cambio de su silencio a la activista Sandra Domínguez -desaparecida en octubre pasado y cuyo cuerpo fue hallado el 24 de abril-, quien en 2020 denunció chats de acoso sexual contra mujeres indígenas por parte de funcionarios de ese Instituto y del Gobierno de Oaxaca.
En su ficha que Aguilar Ortiz ingresó al INE afirma que “la justicia no se debe basar en la simple aplicación de la ley”.
“Cuando tienes un caso concreto, puedes interpretar a favor de intereses particulares, a favor del dinero, o puedes interpretar a favor del pueblo, a favor de los desfavorecidos”, dijo en una entrevista.
Dichas declaraciones, han generado el temor de algunos sectores.
Por ejemplo, Pedro Uc Be, poeta yucateco y activista de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal, califica a Aguilar como “el operador del despojo del territorio en la península Yucatán” para construir el Tren Maya.
“El que llegue como presidente de la Suprema Corte más bien nos pone en un riesgo, sobre todo con esta declaración que hace de que no va a aplicar la ley como está establecida, sino va a buscar una intencionalidad de la ley, pues es un doble riesgo. Podría hacer un uso político de las leyes.
“El hecho de que también lo comparen con Benito Juárez me parece ridículo porque no corresponden las cartas de ambos, no se parecen. Es un discurso más del poder para señalar que ha sido un éxito todo este acto de vergüenza, diría yo”, arremete el escritor indígena.
En su currículum, Aguilar Ortiz presume haber formado parte del cuerpo asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) durante los Diálogos de San Andrés Larráinzar, en 1996, sin embargo, no aparece en la lista oficial.
La activista y escritora mixe, Yásnaya Elena Aguilar Gil, además, recordó el rechazo del EZLN en 2019 al director del INPI, Adelfo Regino, mentor de Aguilar Ortiz.
“El capataz ahora pretende reeditar a uno de sus caporales, un abogado que alguna vez fue indígena (Regino), y que ahora, como a lo largo de la historia mundial, se dedica a dividir, perseguir y manipular a quienes alguna vez fueron sus semejantes. El titular del INPI se talla todos los días la conciencia con piedra pómez para eliminar todo rastro de dignidad”, acusó el EZLN en un comunicado del 19 de agosto de 2019.
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