

Es autónomo, sostenible y multifuncional, ya que además de refrescar el aire, proporciona luz y carga dispositivos móviles.
- Funciona con energía solar.
- Hecho de tierra cocida, material natural y local.
- No usa refrigerantes ni compresores.
- Refresca, ilumina y recarga dispositivos.
- Totalmente autónomo, ideal para zonas sin electricidad.
- Tecnología adiabática: enfriamiento por evaporación de agua.
- Premiado por EDF Pulse Africa 2024.
Una solución innovadora
Cuando se habla de climatización, la mayoría piensa en equipos eléctricos, ruidosos y de alto consumo energético. Pero en zonas donde la electricidad es escasa o inexistente, como el Sahel y otras regiones rurales de África, la necesidad de soluciones sostenibles es urgente. En este contexto, el ingeniero camerunés Didier Dinamou ha desarrollado un sistema de climatización solar hecho de tierra cocida, un material natural, económico y ampliamente disponible.


Este proyecto, nacido como parte de su trabajo de fin de estudios en la École Nationale Supérieure Polytechnique de Maroua, obtuvo una calificación de 18,5/20 y acaba de ser reconocido internacionalmente con el primer premio y el premio “Coup de cœur” del concurso EDF Pulse Africa 2024.
¿Cómo funciona?
El climatizador utiliza el principio de enfriamiento adiabático por evaporación. El aire caliente pasa a través de una superficie húmeda de tierra cocida, lo que permite que la evaporación del agua absorba calor del ambiente. Esto reduce la temperatura del aire sin necesidad de compresores ni gases refrigerantes, que suelen ser contaminantes y costosos.
Este tipo de tecnología es especialmente eficaz en climas cálidos y secos, donde el contraste entre la temperatura del aire y el nivel de humedad permite una mayor eficiencia en la refrigeración.
Características principales del climatizador solar de tierra cocida
- Autónomo energéticamente: funciona con paneles solares integrados, sin depender de la red eléctrica.
- Materiales locales y sostenibles: utiliza tierra cocida, disponible en muchas regiones del mundo, reduciendo costes de producción y transporte.
- Multifuncional: además de enfriar el aire, ofrece iluminación LED y permite recargar teléfonos móviles u otros pequeños dispositivos electrónicos.
- Silencioso y sin vibraciones: ideal para espacios donde el confort acústico es importante.
- Diseño artesanal y estético: integra la tecnología en formas orgánicas, adaptadas a las tradiciones locales y a su entorno.
Pensado para el Sahel, útil en todo el mundo
Aunque fue diseñado específicamente para las condiciones extremas del Sahel, este sistema tiene potencial para aplicarse en cualquier región donde el calor y la falta de electricidad sean una limitación. Puede ser una solución ideal para refugios climáticos, viviendas rurales, campamentos humanitarios, zonas afectadas por desastres naturales o incluso en proyectos de arquitectura bioclimática.
Su bajo coste y fácil mantenimiento lo hacen accesible para comunidades vulnerables, contribuyendo directamente a mejorar la calidad de vida sin aumentar la huella ecológica.
Reconocimiento internacional bien merecido
El éxito de esta innovación en el concurso EDF Pulse Africa 2024 subraya su relevancia y viabilidad. Compitiendo contra otras cinco finalistas del continente africano, el climatizador de tierra cocida destacó no solo por su eficiencia técnica, sino también por su enfoque social y ambiental.
Aunque el precio final del dispositivo aún no se ha anunciado, el objetivo de los creadores es mantenerlo asequible para el mayor número de personas posible, democratizando el acceso a la refrigeración sostenible.


Potencial de esta tecnología
Este tipo de soluciones abre la puerta a una nueva manera de pensar la climatización y el confort térmico:
- Reduce el consumo energético global: al prescindir de electricidad convencional y refrigerantes, disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Promueve el uso de materiales locales: lo que fomenta economías circulares y reduce la dependencia de componentes importados.
- Facilita la adaptación al cambio climático: especialmente en las regiones más vulnerables al calor extremo.
- Impulsa la soberanía energética: al basarse en energía solar y tecnología de bajo mantenimiento, las comunidades pueden gestionar sus propios recursos energéticos.
- Disminuye la huella ecológica de la climatización: sin generar residuos electrónicos complejos ni utilizar químicos dañinos para la atmósfera.
En un contexto donde la refrigeración representa cerca del 10% del consumo mundial de electricidad, apostar por alternativas como el climatizador solar de tierra cocida no es solo una opción innovadora, sino una necesidad urgente para construir un futuro más equitativo y respetuoso con el planeta.
Vía LinkedIn
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