Jared Laureles y Jessica Xantomila
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de junio de 2025, p. 12
Tras el paro de labores que el lunes iniciaron más de un centenar de trabajadores despedidos de manera arbitraria
, en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) se encuentran suspendidos al menos 250 mil expedientes.
Algunos juicios tienen más de 10 años sin resolverse, la mayoría por despidos injustificados, devolución de aportaciones y pagos de pensiones relacionados con el Instituto Mexicano del Seguro Social, empresas privadas, Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad y Afores, detallaron empleados de la institución, quienes insisten en su demanda de ser reinstalados o que se les liquide conforme a la ley.
A ese número hay que sumar miles
de casos ya resueltos
con un laudo, cuya ejecución está pendiente debido a un amparo, indicaron. De acuerdo con datos de la JFCA, hasta agosto de 2024, había más de 30 mil 800 juicios en esta situación.
En el segundo día del paro, trabajadores despedidos de manera injustificada
denunciaron en entrevista que la titular de la junta, María Eugenia Navarrete, nunca dio la cara, mucho menos cuando nos obligaron a firmar la renuncia
. Por el contrario, señalaron, han recibido amenazas por parte del subdirector de administración, Pablo Valdés Zepeda
, respecto a que si no entraban a las instalaciones nos iban a correr a todos
.
Una de las inconformes, quien solicitó omitir su nombre por temor a represalias, refirió que el funcionario advirtió que en agosto habrá otro despido masivo y que si ahora dieron una gratificación, para el resto no habrá nada
.
En un pliego petitorio entregado a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, los despedidos piden ser reubicados y que no haya represalias para ningún empleado.
Hace una semana fueron suprimidas las juntas 3 Bis, 7 Bis, 8 Bis, 9 Bis, 12 Bis y 14 Bis. En cada una había unos 5 mil juicios pendientes, que serán atendidos en otras juntas.
Eduardo Rivas, quien tenía 32 años laborando en la JFCA, indicó que los corrieron sin previo aviso. El 26 de mayo pasado se presentó a trabajar, pero no había checadores: nos pidieron ir al cubículo del presidente de la junta, donde nos obligaron
a firmar la renuncia.
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