Buscar fortuna en Hollywood es agotador. La industria tiene un inmenso catálogo de estrellas que encandilen al público con su carisma, pero por cada intérprete consagrado hay decenas de aspirantes que tratan de mantenerse a flote con migajas. Una situación que Courtney Henggeler ha querido visibilizar con su jubilación anticipada, admitiendo que ya no puede más y que se ha cansado de intentar medrar en la industria.
Henggeler tiene 46 años y durante las últimas dos décadas ha acumulado varios papeles en series de televisión y alguna película, sin nunca conseguir un reconocimiento amplio ni, mucho menos, una estabilidad económica. En su newsletter de Substack acaba de decir entonces que “cuelga los guantes”, y que informa a sus agentes de que “se retira”.
“Ya no quiero ser un engranaje de la máquina”, añade, pasando a describir el arsenal de decepciones y vapuleos a los que se enfrenta cualquier aspirante sin fortuna en Hollywood.
“Todo lo que he conocido en mi vida profesional ha sido la actuación. Pero ni siquiera el arte o el oficio de actuar. Lo único que he conocido ha sido el ajetreo. El ajetreo, la rutina, salpicada de vez en cuando con algún que otro trabajo como actor. Tal vez una o dos líneas frente al doctor House de la televisión: ‘Lo siento’ (eso fue todo. Esa fue mi línea. Genial)”.
Lo que ha sucedido con Henggeler, en efecto, es que durante su carrera ha tenido que resignarse a papeles episódicos para televisión. “Sobrevivimos con migajas. Llenamos nuestra taza con la posibilidad, con el engaño”.
“Nuestros platos estaban vacíos pero una gallina de los huevos de oro pendía sobre nuestras cabezas. Hoy podría ser el día. Hoy podría ser el día de alcanzar la gallina”, cuenta en relación a las ilusiones que necesariamente se hace cada intérprete para aguantar un día más esperando la llamada que lo cambie todo.
Henggeler ha aparecido en The Big Bang Theory, Jane the Virgin, Bones o Finales felices. “Durante años acallé la voz en mi cabeza que me suplicaba que me marchara. La voz, el reconcome constante. No por la actuación en sí. Sino por el camino que tuve que recorrer para llegar a la actuación. Lo que antes me parecía necesario, algo en lo que participaba de buena gana, incluso lo celebraba, se convirtió en algo asfixiante”.
“¿Y si hemos estado cediendo nuestro poder porque nos han dicho que así es como se hace?”, se pregunta “Perdemos la perspectiva de nuestra propia máquina, porque estamos convencidos de que necesitamos otra”. Henggeler destaca, eso sí, dos excepciones en una carrera marcada por la decepción y la angustia.
Por un lado, Henggeler interpretó a Amanda LaRusso en Cobra Kai, interpretando a la pareja del personaje de Ralph Macchio. Por otro tuvo un papel principal hace un par de años en Remando como un solo hombre, que protagonizaba junto a Joel Edgerton a las órdenes de George Clooney como director.
Ambos son highlights que Henggeler recuerda con cariño en su despedida: “Estuve en una serie. Una serie de éxito. Gané dinero. Mi cara estaba en las vallas publicitarias que anhelé durante más de 20 años. Me dirigió George Clooney, por el amor de Dios. Según todas las definiciones, esto fue la gallina de los huevos de oro”.
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