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La Jornada: Él tenía todo el poder; ellas, ninguno: fiscal del caso Weinstein


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▲ Harvey Weinstein durante la primera audiencia, el miércoles, del juicio en su contra por abuso sexual, que repone el de hace 8 años y que fue anulado.Foto Afp

Ap, Afp y Reuters

 

Periódico La Jornada
Jueves 24 de abril de 2025, p. 9

Nueva York. El nuevo juicio por violación contra el director de cine estadunidense Harvey Weinstein comenzó ayer con destacadas declaraciones de la fiscal Shannon Lucey sobre la forma en que el productor se aprovechó de las mujeres que esperaban triunfar en Hollywood.

Él tenía todo el poder; ellas, ninguno, dijo la fiscal al describir las agresiones del productor a sus víctimas. Una de ellas, la modelo polaca Kaja Sokola, entonces de 16 años.

Mientras en una pantalla, en la sala del tribunal atestada de periodistas, se proyectaban las caras de las víctimas, Lucey contó las múltiples demandas de masajes y favores sexuales de Weinstein, que la asistente de producción Mimi Haleyi rechazó hasta que un día, en 2006, se encontró sola en un apartamento con el ex productor.

El acusado, tres veces más grande (que ella), la besó, la toqueteó y (aunque) le dijo que no estaba interesada, la agarró (…) y la empujó al dormitorio, donde mantuvo sexo oral pese a que la víctima le suplicaba que parase, dijo.

Cuando quería algo, simplemente lo tomaba. Harvey Weinstein es culpable, repitió tres veces para cada víctima.

Este juicio es sobre el hombre más poderoso en la industria del entretenimiento, indicó Lucey.

El caso se está volviendo a juzgar porque un tribunal de apelaciones anuló la condena previa a 23 años de cárcel impuesta en 2020. El nuevo juicio se lleva a cabo en el mismo tribunal de Manhattan y se desarrolla en un momento cultural y diferente al primero, que ocurrió durante el apogeo del movimiento contra el abuso sexual #MeToo.

A los cargos que enfrenta, se sumó una acusación. Lindsay Goldbrum, abogada de una demandante no identificada, declaró que el nuevo juicio de Weinstein marca un momento crucial en la lucha por la rendición de cuentas en casos de abuso sexual y una señal para otros sobrevivientes de que el sistema está avanzando, y que vale la pena hablar, incluso cuando las probabilidades parecen insuperables.

Un fiscal preguntó a los posibles jurados si habían oído hablar de #MeToo. La mayoría reconoció que sí, pero aseguraron que no les afectaría de ninguna manera.

Una mujer opinó que no se ha hecho lo suficiente como resultado de ese movimiento. Un hombre explicó que tenía sentimientos negativos al respecto porque a sus compañeros de clase de la escuela secundaria se les había acusado falsamente de agresión sexual. Otro hombre dijo que veía el #MeToo como otros movimientos sociales: Es un péndulo. Se balancea mucho hacia un lado, luego hacia el otro, y luego se estabiliza. Ninguno de esos fue seleccionado para el actual jurado, el cual está compuesto por siete mujeres y cinco hombres, a diferencia del panel de siete hombres y cinco mujeres que lo condenó en 2020, y hay un juez diferente.

No culpable, repitió hasta tres veces el abogado de Weinstein, Arthur Aidala, quien pidió al jurado ver toda la película e insistió en la línea de defensa del ex magnate de Hollywood: que las relaciones sexuales con sus acusadoras siempre fueron consentidas.

Enfermo de leucemia, problemas coronarios graves, diabetes, fuertes dolores de espalda, entre una larga lista de enfermedades que le han llevado en los últimos meses a ser hospitalizado, el cofundador de los estudios Miramax ha comparecido en el tribunal en silla de ruedas.

Weinstein espera que el caso sea visto con una nueva mirada casi ocho años después de que las investigaciones del New York Times y el New Yorker llevaron a su caída y al nacimiento del movimiento #MeToo, que supuso una catarsis para las víctimas de abusos sexuales, en particular en el trabajo.

Detenido en la cárcel de Rikers Island, Weinstein cumple actualmente otra condena de 16 años impuesta por un tribunal de Los Án-geles por violación y agresión sexual en 2013 a una actriz europea.

Sus víctimas lo han descrito como un depredador sexual, que utilizó su condición de hacedor de carreras en la industria cinematográfica para obtener favores sexuales de actrices o asistentes.

Más de 80 mujeres lo han acusado de acoso, agresión sexual o violación, entre ellas actrices consagradas como Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow y Ashley Judd.



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