Ciudad de México. Con la deuda pública por encima de los 36 billones de dólares y un cuarto de ella con vencimiento este 2025, el gobierno estadunidense podría recurrir “cada vez más a medidas de represión financiera para aumentar los ingresos, reducir la carga de intereses y contener los rendimientos”, advirtió UBS.
“Ha llegado el momento de reconsiderar la exposición excesiva al dólar”, enfatizó el banco de inversión, debido a los cambios de política que incluye el One Big, Beautiful Bill –el proyecto presentado por el presidente de Estados Unidos, que busca reducir el déficit fiscal de ese país, entre otra medidas contra la comunidad migrante.
Más allá del frente comercial, la actual administración de Estados Unidos ha saltado a una “guerra de impuestos” para abultar su potencial de recaudación, no sólo a través del impuesto de 3.5 por ciento a las remesas que envían migrantes sin documentos, sino también con una cuota a los rendimientos de los inversionistas en su país, sobre todo a gobiernos, fundaciones, corporaciones extranjeras, explicó el banco de inversión suizo.
El proyecto contempla “retenciones adicionales” a los impuestos que ya se cobran a los ingresos de origen estadunidense para personas físicas residentes fiscales de países que fijan “impuestos extranjeros injustos”. Sobre esa tasa, en 2026 se registrará un aumento 5 por ciento, y así cada año hasta llegar a un máximo de 20 por ciento.
Para que un inversionista privado o público –incluidos los bancos centrales– esté sujeto a estos impuestos que en cuatro años será de 20 por ciento, basta con que el Departamento del Tesoro lo incluya en un listado de países discriminatorios. Aunque de momento el proyecto no contempla cuotas sobre los bonos que emite esa dependencia.
Esta medida se suma al impuesto de 3.5 por ciento que se prevé a las remesas que los migrantes sin documentos envíen a sus familias fuera de Estados Unidos.
UBS proporcionó a sus clientes una serie de estrategias para deshacerse de dólares. El banco de inversión puntualizó que en los últimos años la moneda estadunidense se había fortalecido de forma constante, impulsado por el crecimiento de Estados Unidos y los rendimientos con poco riesgo, lo que llevó a algunos inversionistas a acumular esa moneda en efectivo “más allá de lo necesario para el gasto o la inversión planificados en dólares”.
El escenario es otro. “Ahora, con la reducción de la prima de crecimiento de Estados Unidos, los cambios en la política estadunidense y un cambio cada vez mayor entre los inversores internacionales para diversificar las tenencias en dólares, creemos que ha llegado el momento de reconsiderar la exposición excesiva al dólar”, enfatizó.
“Debido a nuestras expectativas de una mayor tendencia de diversificación que se aleje del dólar estadunidense por parte de los inversores internacionales, actualmente preferimos el euro al dólar estadunidense y prevemos que el tipo de cambio EUR/USD alcance 1.20 para junio de 2026, una apreciación de 6 por ciento para el euro con respecto al dólar”, apuntó.
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