Tijuana, BC. Carlos Torres Torres, esposo de la gobernadora de Baja California, informó en sus redes sociales que el gobierno de Estados Unidos le retiró su visa para entrar a ese país. En su publicación aseguró: “mi conciencia está tranquila y estoy seguro que se resolverá la situación de manera favorable”.
Ex diputado estatal y federal del Partido Acción Nacional, dirigente de las juventudes panistas en la época de Carlos Castillo Peraza, Carlos Torres fue expulsado de ese instituto político en 2019, cuando siendo legislador apoyó una reforma constitucional local para que el ex gobernador de Morena, Jaime Bonilla, pudiera ampliar su periodo a cinco años, lo que el entonces mandatario no consiguió.
Se casó con Marina del Pilar Ávila Olmeda cuando ella era presidenta municipal de Mexicali, después se afilió a Morena y desde entonces ocupa cargos honoríficos promoviendo la cultura y los centros históricos en los municipios del estado.
En su muro de Facebook, Torres Torres informó que “en días recientes fui notificado por autoridades consulares de Estados Unidos sobre la revocación de mi visa de no inmigrante, una medida que, como ocurre con muchas personas en contextos similares, responde a disposiciones internas del Departamento de Estado.
“Cabe señalar que mi conciencia está tranquila y estoy seguro que se resolverá la situación de manera favorable. En la actualidad, la aplicación de estos criterios administrativos se ha vuelto cada vez más común, y como tantos otros, estoy incluido en ese universo. Este procedimiento no representa acusación, investigación ni señalamiento formal por parte de autoridad alguna, ni en México ni en Estados Unidos”.
Añadió que contactó “a un especialista en derecho migratorio internacional que evalúa la presentación de una moción para reabrir o reconsiderar la decisión, o bien iniciar el proceso para una nueva solicitud de visa, en estricto apego a los canales oficiales.
“Hago pública esta información con responsabilidad y transparencia, no solo para evitar especulaciones, sino también para limitar el uso malintencionado de esta situación por parte de adversarios políticos. Créanme: se trata de personas sin límites ni escrúpulos, dispuestas a convertir cualquier hecho en calumnia si creen que les dará ventaja”.
De igual manera, sostuvo que “a lo largo de mi vida pública he actuado con respeto a la ley y plena conciencia del compromiso de servir. Esta situación será atendida con seriedad y confianza en los procedimientos legales”.
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