En España recientemente se suscitó un evento que dejó al descubierto una triste y compleja realidad marcada por la desprotección que actualmente presenta la mayoría de hogares, y el sector industrial no escapa de la misma. Aquí veremos las amenazas que actualmente se ciernen y cómo se espera enfrentarlas.
Cómo iluminar la oscura realidad que se vivió en abril en los hogares de España
La desprotección que se sintió en España el pasado mes de abril ha hecho pensar en dos cosas fundamentalmente, una es la de evitar que un evento de esa terrible naturaleza vuelva a repetirse y otra en cómo protegerse en caso de que no pueda evitarse que se repita, pero en el caso de los hogares se reconoce la existencia de debilidades.
Básicamente la manifestación de una situación como la vivida y que nunca se había pensado que sucedería puso al descubierto la ausencia de sistemas de protección, pero principalmente del lado del sector residencial, lo que ha conllevado a prestar más atención sobre la forma de como la ciudadanía puede prepararse para el futuro, sobre todo si es oscuro.
El apagón dejó en claro la vulnerabilidad de la red y puso en evidencia que el autoconsumo fotovoltaico en España no cuenta con suficientes baterías solares provistas de dispositivos para el corte de suministro, pues la cobertura es de apenas 15%. Y es que los sistemas de respaldo representan un seguro para el mantenimiento de la actividad de la red eléctrica.
La vulnerabilidad de la red y la causa de los apagones nacen de la carencia de baterías solares
- 2022: 2507 MW
- 2023: 1706 MW
- 2024: 1182 MW
Para garantizar la seguridad energética del sector residencial y empresarial deben instalarse sistemas de baterías solares acompañados de sistemas de respaldo que le faciliten al usuario aislarse de la red y así se pueda suministrar la energía necesaria durante los apagones. Las soluciones adoptadas servirían para:
- Brindar protección a los usuarios contra las subidas bruscas de tensión
- Conferir una real autonomía energética para abordar determinadas contingencias.
Sin embargo, el sector que más ha apostado por este respaldo ha sido el industrial, con un aporte de 60% de esta energía, asumiendo que las baterías solares y cada sistema de respaldo representan un seguro para la continuidad de los niveles de actividad y puedan superarse los momentos de máxima tensión con el mantenimiento de las operaciones críticas.
El sector industrial ha crecido en protección mientras que el residencial se ve cada vez más desprotegido
De acuerdo con los datos de Quantica, en el sector industrial hubo la instalación de 674 MW en 2024 correspondiente a autoconsumo fotovoltaico, demostrando con ello la preferencia que tienen las empresas españolas por esta medida o sistema de protección que permite:
- Optimizar la eficiencia
- Proteger la competitividad
- Esquivar la volatilidad del precio de la luz
- Diversificar su dependencia energética
En un 150% ha aumentado la demanda de instalaciones nuevas provistas con baterías, mientras que se han multiplicado por diez las solicitudes de ampliación contando con sistemas de respaldo, contribuyendo en la construcción de un sistema energético más resistente y preparado para el futuro.
Las instalaciones de autoconsumo provistas de sistemas integrados pueden mantener el suministro eléctrico en los hogares o en los sitios de trabajo cuando son necesarios y en las actuales instalaciones de autoconsumo se produce la desconexión automática de la red en caso de interrupción por razones de seguridad.
En conclusión, la compleja realidad en España que se vive en estos días respecto al sistema eléctrico y ante la percepción de que: la mayoría de los hogares están desprotegidos plantea la necesidad de buscar soluciones que protejan a los usuarios de subidas de tensión y proporcionan una verdadera independencia energética ante cualquier contingencia.
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