La NASA ha descubierto una gran cantidad de galaxias tempranas, brillantes y masivas, y se acaba de descubrir una nueva clase de estructuras “monstruosas rojas” al final de la Vía Láctea, según un nuevo estudio. ¿Estos descubrimientos ponen en tela de juicio nuestro modelo cosmológico?
El comienzo de algo nuevo: Tres Monstruos Rojos, casi del tamaño de la Vía Láctea
Desde que el James Webb abrió por primera vez los ojos al Universo profundo y distante, nos ha mostrado objetos que no esperábamos encontrar. Una de las mayores sorpresas fue la gran cantidad de galaxias ultradistantes, como los llamados pequeños puntos rojos.
Pero ahora hay un nuevo enigma: tres galaxias rojas monstruosas de cuando el Universo tenía apenas mil millones de años. Esto es lo que descubrió el JWST y cómo los astrónomos y cosmólogos están trabajando para explicar el significado de estas observaciones.
Un grupo de científicos internacionales descubrió tres galaxias ultramasivas “Monstruo Rojo” capaces de formar sus propias estrellas más rápido que la nebulosa promedio.
Las galaxias se ganaron el apodo de “Monstruos Rojos” porque cada una de ellas parece una mancha roja llameante, resultado de sus cantidades extremas de polvo. Cada uno de ellos tiene más de 12 800 millones de años y posee 100 000 millones de veces la masa del Sol de la Tierra.
¿Qué significan las galaxias “monstruosas rojas” para la cosmología?
Estas tres “galaxias rojas monstruosas” en el universo temprano desafían nuestras teorías actuales sobre la formación de galaxias. Así lo ha hecho público la Universidad de Ginebra, desde donde se ha dirigido el trabajo.
Según el estudio, las tres se encuentran en un estado menos de mil millones de años después del Big Bang y, sin embargo, son casi tan masivas como nuestra Vía Láctea. Supone un apasionante rompecabezas, al mismo tiempo, el equipo asegura que el descubrimiento no contradice fundamentalmente el llamado modelo estándar de la cosmología.
Se supone que las galaxias del cosmos primitivo crecieron de forma constante y comparativamente lenta, controladas por enormes estructuras de materia oscura. Normalmente, solo alrededor del 20 % del gas presente se convertiría en estrellas, pero las tres galaxias pondrían en duda esta afirmación.
Sugieren que las galaxias del comienzo del cosmos crecieron mucho más rápido y formaron estrellas de forma mucho más eficiente de lo que se creía posible. En total, las estrellas se formaron casi el doble de eficientemente en las tres galaxias que en otras de esta época y también mucho más tarde que en las galaxias ordinarias. Como contienen mucho polvo, solo son visibles para el JWST, es decir, muy enrojecidas.
Las propiedades inesperadas de las tres galaxias cambiarían nuestra comprensión de la formación de las galaxias tempranas
Una vez más, contribuirían a la conclusión de que el telescopio espacial James Webb encuentra demasiadas galaxias demasiado temprano en el universo. Incluso, hasta un signo de interrogación que no sabemos que nos pregunta. Sin embargo, el equipo no ve ninguna contradicción fundamental con el modelo estándar de la cosmología.
Por lo tanto, solo habría que adaptar la teoría central de la evolución de nuestro universo para explicar el rápido crecimiento de estas galaxias tempranas. Otros investigadores no lo ven así. Creen que las galaxias tempranas son un indicio de un error mayor.
El descubrimiento se produjo como parte del programa de estudio FRESCO del telescopio espacial James Webb, que emplea los instrumentos únicos del telescopio para realizar observaciones.
Los investigadores utilizaron la cámara de infrarrojo cercano del telescopio para localizar las galaxias. Estudiaron las distancias y características de los “Monstruos Rojos” en las longitudes de onda de luz que los constituyen. El telescopio también les proporcionó imágenes de partes de las galaxias oscurecidas por el polvo.
El descubrimiento de estas estructuras extrañas al final de la Vía Láctea, a pesar de las peculiaridades poco comunes de las galaxias, no desafía el modelo aceptado del universo, pero sí plantea preguntas sobre las teorías galácticas existentes. Marcan el inicio de una nueva era para el conocimiento del cosmos primitivo.
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