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la pionera que abrió el camino al deporte paralímpico


Karla Torrijos

 

Periódico La Jornada
Martes 1º de abril de 2025, p. a11

Juana Soto no se conforma con ser la mexicana con más medallas ganadas en Juegos Paralímpicos, con 14. Hoy, casi 33 años después de haber marcado un hito en la historia del país, sigue firme en su lucha por impulsar el deporte adaptado y derribar las barreras de género.

La originaria de la Ciudad de México, quien tiene discapacidad motriz en las piernas por secuelas de poliomielitis, participó en cuatro justas paralímpicas: Arnhem (Países Bajos) 1980; Stoke Mandeville (Reino Unido) 1984, Seúl 1988 y Barcelona 1992, donde conquistó ocho medallas de oro, tres de plata y tres de bronce en atletismo adaptado.

Lograr tal hazaña “no fue nada fácil. Para llegar ahí, primero luché contra los estereotipos por mi condición física, había mucho desconocimiento de la discapacidad, por lo cual, mucha sobreprotección por parte de los padres de familia, cierto tipo de vulnerabilidad.

Luego, al ser mujer también era complicado, no te permitían hacer muchas cosas por temor a que te pasara algo, fueron grandes retos que fui superando, y creo que no he dejado de romper barreras, pues la vida todavía es difícil para quienes tenemos esta condición, comentó en entrevista con La Jornada.

Juanita, como le dicen de forma afectuosa sus amigos, no sólo hizo historia en el deporte paralímpico mexicano, sino que fue pionera y abrió camino para que su práctica fuera aceptada en el país.

“Asistí a una escuela especial, donde éramos puros niños con discapacidad motriz, fuimos iniciadores del deporte adaptado en México desde 1972. Después de practicar cierto tiempo tuvimos el gran desafío de competir, ¡pero en la calle!, porque no había las instalaciones adecuadas y tampoco los instrumentos, como las sillas de ruedas especiales; fuimos adecuando poco a poco nuestras sillas para hacerlas aptas para el atletismo. Competimos en el Parque de los Venados, sin uniformes deportivos y sin ningún implemento, más que el apoyo de dos profesores.

Después se empezaron a formar equipos, en el mío iniciamos con dos sillas para cinco o seis personas. No podíamos darnos el lujo de tener una personalizada como ahora. Aun así, logramos competir a escala internacional y poner en alto el nombre del país, mencionó Soto, quien sigue promoviendo el deporte adaptado mediante su trabajo en la Coordinación Técnica Deportiva del Instituto Mexicano del Seguro Social.

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▲ La multimedallista sigue firme por impulsar el deporte adaptado y derribar las barreras de género.Foto @Conadismx

Asimismo, reconoció que el camino del deporte adaptado en México no ha sido sencillo, pues señaló que la discriminación y el desconocimiento sobre la discapacidad han obstaculizado su óptimo desarrollo.

¿Cómo es posible que estemos en pleno siglo XXI y sigamos pasando por lo mismo? El deporte paralímpico no está tan reconocido como una disciplina de alto rendimiento, no se le da la misma importancia que al convencional siendo que nos preparamos igual o más para dar las marcas y conseguir los boletos a los Juegos Paralímpicos, afirmó la ex atleta de 65 años.

Lamentó además que después de varias participaciones de la delegación tricolor en justas paralímpicas la cosecha de medallas continúe siendo escasa.

Cuando fui a Barcelona 1992 éramos 32 atletas y trajimos 32 medallas, y hoy, con el apoyo que se tiene y los patrocinios, cada vez obtienen menos preseas, y no sólo en el deporte adaptado, sino también en el convencional, en lugar de mejorar vamos para atrás, apuntó.

En su opinión, esto se debe al exiguo trabajo en la formación de talentos, la falta de dirigentes capacitados y la poca inversión en tecnología deportiva.

“Antes competíamos de tú a tú con los mejores del mundo, pero en la actualidad estamos retrocediendo. Lo que hace falta es crear más semilleros, trabajar con las nuevas generaciones. Por ejemplo, en México, hay muchos jóvenes que han quedado con alguna discapacidad por accidentes, sobre todo de moto, a ellos hay que darles otra opción de reinserción social, y el deporte es una buena alternativa.

También se necesita a gente preparada en los cargos de decisión y no a burócratas que sólo usan el deporte como una agencia de viajes. Se requieren entrenadores bien capacitados, inversión en tecnología y una visión a largo plazo. Sin una base fuerte, no podemos aspirar a grandes resultados, aseveró la atleta capitalina.



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