La Xiaomi Pad 7 Pro es la apuesta de la marca por asaltar el segmento de las tablets de alto nivel

Estamos de nuevo listos para sumergirnos en el análisis de uno de esos dispositivos que siempre generan expectación. Ya sabéis cómo va esto, cada cierto tiempo aparece un nuevo producto en el mercado y la pregunta es siempre la misma: ¿merecerá la pena? ¿Será ese compañero ideal que andamos buscando para nuestros ratos de ocio o incluso para trabajar un poco más cómodos? Hoy es turno de la tablet Xiaomi Pad 7 Pro. Ya hemos hablado de sus teléfonos móviles, desde los que apuestan por la gama de entrada hasta los que apuestan por la gama super-alta del mercado, como el Xiaomi 15 Ultra.
Y cuando hablamos de tecnología que busca hacerse un hueco en nuestro día a día, hay marcas que ya tienen un camino recorrido, que nos suenan y de las que, para bien o para mal, ya esperamos ciertas cosas. A veces nos sorprenden, otras confirman lo que ya intuíamos, pero la intriga siempre está ahí, flotando en el ambiente antes de poder ponerle las manos encima.
Así que, sin querer adelantar acontecimientos ni desvelar todos los secretos de golpe, vamos a ir desgranando poco a poco lo que este nuevo aparato nos ofrece. La idea es que, al final de todo esto, tengáis una visión clara de si es una opción a considerar o si, quizás, vuestros tiros van por otro lado. ¡Vamos al lío!
+ Pros
- Visualemnte increíble
- Estéticamente de gran calidad
- Tablet bastante potente
- Sonido increíble
– Contras
- Batería buena, pero algo escasa
- Trasera muy sucia
88Sobre 100

Dónde comprar la Xiaomi Pad 7 Pro
Podemos encontrar el dispositivo de Xiaomi por a partir de los 399,99 euros en la página web oficial de Xiaomi.
También la podemos encontrar en otros vendedores al por menos, como podría ser el caso de Amazon por precios muy similares a los de la página web oficial.
Un diseño realmente bonito

El Xiaomi Pad 7 Pro es uno de los mejores a la hora de reproducir contenido online
Desde que la sacas de la caja, esta tablet es una auténtica delicia. En serio, los acabados son completamente premium, de esos que te hacen olvidar por un momento el precio que tiene y pensar que estás ante un dispositivo de una gama incluso superior. Está claro que Xiaomi suele jugar muy bien sus cartas en la relación calidad-precio, pero es que en este caso, con la Mi Pad 7, parece que han puesto un mimo especial en cada detalle, y eso se nota y se agradece un montón. Tenemos que tener en cuenta que se mueve en la gama de precios de los 399,99 euros en adelante, por lo que unos buenos acabados pueden ser muy interesantes.
Si hablamos de cifras y sensaciones, el dispositivo tiene un grosor de tan solo 6mm, lo que la hace sentirse muy estilizada en la mano. El peso se queda en unos 500 gramos que, para la mayoría de usos, está genial. Ahora, si tu idea es usarla para leer durante horas sosteniéndola en vilo, pues sí, esos 500 gramos pueden llegar a hacerse un poquito pesados, sobre todo para la salud de tus muñecas. Es en esos momentos cuando agradeces tener uno de los accesorios, como la funda con soporte, para dejarla apoyada. La pantalla, con sus 11 pulgadas de diagonal, me parece un tamaño perfecto: ni muy grande como para ser un engorro, ni tan pequeña para que te dejes los ojos. Permite usarla con mucha soltura y disfrutar de una definición más que notable para todo.
El cuerpo es de metal, lo que siempre da un plus de robustez y feeling premium, y la parte trasera tiene un acabado totalmente mate que, personalmente, me parece muy elegante pero tiene una pega gigantesca: es algo sucia; las huellas de los dedos se van a quedar marcadas constantemente, es inevitable. Aunque, siendo realistas, la mayoría acabaremos usándola con una funda, así que este “problemilla” de las huellas prácticamente nunca lo notaremos en el día a día. Dicho esto, todavía queda mucho camino por delante para que los fabricantes mejoren las superficies de los dispositivos y consigan hacerlas más oleófugas y resistentes a las manchas.
En cuanto a botones físicos, la Mi Pad 7 va a lo esencial y no se complica: tenemos el botón de desbloqueo, que integra el sensor dactilar (y funciona rápido, por cierto), y los botones de subir y bajar volumen. Y ya está. Para qué más, ¿verdad? Son más que suficientes para el manejo diario del terminal, y su ubicación es la correcta para un acceso intuitivo.
Pasando a la pantalla, que al final es donde nuestros ojos pasan más tiempo, hay que decir que los colores que ofrece son realmente vibrantes y bonitos. Esto es gracias a su panel IPS con una profundidad de color de 12 bits, que le da una riqueza cromática que nos va a dejar alucinando cuando veamos vídeos de buena calidad. En cuanto al brillo, contamos con unos 800 nits. Para interiores o sitios con luz controlada, va de sobra, pero si pretendes usarla a plena luz del día, en la calle bajo el sol, ahí sí que se queda un poco floja y la visibilidad pierde algo. Una lástima, porque por lo demás, con especificaciones como Dolby Vision y HDR10, la calidad para ver series o pelis es fantástica en entornos adecuados.

La Xiaomi Pad 7 Pro cuenta con una cámara bastante avanzada
Y si hablamos de ver contenido, el sonido tiene que acompañar, y aquí la tablet cumple con creces. El audio es correctísimo, con el siempre cumplidor Dolby Atmos y un sistema de cuatro altavoces que generan un sonido envolvente bastante apañado. Esto permite disfrutar del ocio multimedia, ya sean vídeos de YouTube, series o películas, de una forma excelente y muy inmersiva para ser una tablet.
En este sentido, la Xiaomi Mi Pad 7 Pro funciona estupendamente; se ve muy bonita, se siente genial en las manos y, en general, creo que le da otra vida y eleva la concepción que muchos podíamos tener sobre las tablets de la marca, demostrando que pueden competir de tú a tú en todos los aspectos.
Unos accesorios indispensables

Los accesorios son prácticamente indispensables para una experiencia perfecta
Si hay algo que, para mí, es absolutamente clave en el uso de una tablet, son los accesorios. Es que hoy en día, seamos sinceros, nadie, pero prácticamente nadie, se compra una tablet y la usa “a pelo”, sin nada más. Siempre necesitas ese “algo”, aunque sea lo más mínimo, para redondear la experiencia y sentir que le estás sacando el 100% al dispositivo. Es como que la tablet por sí sola es una promesa, y los accesorios son los que te ayudan a cumplirla del todo.
En el pack de la Mi Pad 7 que hemos podido probar, lo primero que nos encontramos es una funda que es de esas que te dan la impresión de que va a aguantar eones de horas de uso, viajes en la mochila y algún que otro despiste. Además, es de las prácticas, porque te permite poner la tablet en modo atril, con ese “pie” que se forma al plegarla, ideal para ver series en una mesa o seguir una receta en la cocina, por ejemplo. Pero la estrella del combo, sin duda, es el Pro Keyboard. Este ya no es solo una funda, sino que le añade un teclado completo que, te digo, funciona a las mil maravillas. La experiencia de teclear es magnífica, y es que le da una nueva vida a la tablet. De repente, la puedes usar para escribir documentos largos, currar en movilidad o simplemente navegar de una forma mucho más cómoda gracias al pequeño trackpad que incluye, que es un añadido que se agradece un montón. En general, este teclado es una pasada, y las calidades que maneja Xiaomi aquí están, como casi siempre, fuera de toda duda.

Si eres creativo, el lápiz es una de las mejores opciones que hay en el mercado
Y para rematar la jugada, tenemos el Pen de Xiaomi. Ojito con este lápiz, porque es simplemente alucinante. No es por exagerar, pero es que funciona tan bien, con una precisión y una respuesta tan inmediata, como otros lápices de marcas mucho más caras que todos conocemos. Con este accesorio, la Mi Pad 7 Pro se convierte en una herramienta excelente también para los artistas digitales o para cualquiera que disfrute tomando notas a mano. Los creativos pueden prescindir sin problemas de su tableta gráfica dedicada en muchos casos; con esta tablet y este Pen les bastará y sobrará para bocetar, ilustrar o diseñar con total libertad y fluidez. Es de esas cosas que pruebas y piensas: “pues sí, esto está muy bien hecho”.
Potencia para parar un tren

La Xiaomi Mi Pad 7 se perfila con una potencia interna diseñada para que la experiencia de usuario sea en todo momento lo que busca ser realmente: fluida. Esta capacidad se notará tanto en momentos de puro ocio, donde su rendimiento apoyará lo que se espera sea una excelente pantalla para disfrutar de contenido multimedia (me he visto tropecientas series con él), como en tareas más exigentes (como jugar o editar vídeos). Con esto, me refiero de poder utilizarla para editar vídeo o retocar imágenes sin que el dispositivo muestre signos de fatiga. La meta es que, ya sea navegando, jugando o creando, la respuesta sea inmediata y eficaz, convirtiendo a la tableta en una compañera versátil que no teme enfrentarse a procesos que demandan un buen músculo para que no sea nada aburrido trabajar con ella evitando perder tiempo en procesos con mucho lag. El lag en Android es algo fruto del pasado.
El corazón de esta tableta será el Snapdragon 8s Gen 3, un procesador que, si bien no es el ARM más potente del mercado, se sitúa en la gama alta, ofreciendo una velocidad considerable para el uso real del dispositivo. Esto se traduce en una apertura rápida de aplicaciones y una multitarea eficiente. En el apartado lúdico, podremos jugar a la mayoría de los títulos con prestaciones interesantes; por ejemplo, un juego como Diablo Immortal debería correr con soltura, mostrando buenos gráficos y una tasa de fotogramas estable. Este chipset asegura que la experiencia de juego sea inmersiva y satisfactoria, manejando con solvencia los requisitos de los juegos actuales y futuros de exigencia similar.
En cuanto a la memoria, la Mi Pad 7 Pro viene con dos opciones de RAM integradas: 8 o 12 GB. Cualquiera de las dos combinaciones es más que suficiente para un rendimiento general sobresaliente, aunque la versión de 8GB LPDDR5X ya proporcionará una experiencia sobrada para la mayoría de usuarios, permitiendo una multitarea tan ágil como a la que llevamos acostumbrados años en Android. Obviamente, más siempre es mejor, y los 12 GB darán un extra de holgura. Respecto al almacenamiento, las opciones irán desde los 128 GB, pasando por 256 GB, hasta los 512 GB, todas ellas con tecnología UFS 4.0.

Por último, la batería. Con sus 8.850 mAh, podría parecer que está un paso por detrás de algunos competidores en cuanto a capacidad puramente bruta, ya que hay algunas tablets que ya van en camino hacia superar la barrera de los 10.000 mAh. Sin embargo, la optimización del sistema es clave, y tras estarla probando unos días de uso intensivo, yo creo que esta cifra es suficiente para una jornada de uso intensivo de trabajo o de ver muchas series o contenido de YouTube. Además, la inclusión de una carga rápida de 67 W permitirá recargar el producto en un tiempo notablemente menor que otros dispositivos con cargas más lentas, aunque es cierto que una potencia de carga aún mayor no habría estado de más para redondear este apartado y ofrecer tiempos de espera todavía más reducidos. Al final, tiene que llenar casi 9.000 mAh.
El clásico dilema sobre las tablets

Tablet o portátil, esa es la cuestión
Hoy en día, con la miniaturización y mejora de los ordenadores portátiles, puede resultar difícil de entender qué valor nos aporta una tablet. La reducción de peso, el alargamiento de la autonomía y la llegada de procesadores de bajo consumo han estrechado la brecha entre un portátil convencional y un dispositivo táctil. Aun así, el término “Pro” aplicado a una tablet no es un mero reclamo comercial: implica un intento de ofrecer — en un formato más manejable — una potencia bruta y una versatilidad de software que permitan, al menos sobre el papel, asumir tareas propias de un ordenador. Esa promesa, sin embargo, convive con preguntas legítimas: ¿es realmente necesario un dispositivo de 12 pulgadas cuando un ultrabook ya pesa poco más de un kilo? ¿cuánto sacrificamos en ergonomía de trabajo cuando sustituimos teclado y ratón por la interacción directa sobre la pantalla? Además, al final, para trabajar, siempre necesitaremos conectar estos dispositivos a nuestra tablet, que habitualmente tiene menos puertos que un portátil.
En ese debate aparece un obstáculo conocido: Android aún no ha resuelto del todo la productividad en pantallas grandes. Las últimas versiones añaden modos de ventana y barra de tareas, pero la multitarea sigue sin tener ese ‘workflow’ que tanto nos puede enamorar en Windows o macOS. El resultado es una experiencia que, para quien viene de arrastrar pestañas en un navegador de escritorio, separar su escritorio en varios para potenciar la productividad o simplemente tener una multiventana excelente puede sentirse limitada. Las capas de personalización ayudan y Xiaomi HyperOS funciona muy bien pero trabaja con lo que tiene así que las tablets y la productividad me parecen un tema muy controvertido.
Con todo, el argumento a favor de la tablet se pone interesante en terrenos donde el portátil se queda a medio camino. Para artistas digitales, ilustradores o arquitectos que bosquejan con frecuencia, un panel táctil compatible con stylus de baja latencia es un lienzo insustituible. El hecho de apoyar la mano directamente, variar la presión y rotar el dispositivo en ángulos imposibles de replicar en un portátil “dos en uno” elimina cualquier barrera, por lo que para creadores es algo realmente bueno.
Si sumamos accesorios como un teclado magnético o un soporte que regule la inclinación, la tablet se transforma en un bloc de notas interactivo que viaja sin pedirnos mucho espacio en la mochila. La cuestión es disponer de las aplicaciones correctas. En general, en esto es absolutamente imbatible.
El segundo gran uso es el consumo de contenido. Leer cómics, PDF extensos o novelas en pantalla IPS de alta resolución es más amigable que sostener un portátil; la relación de aspecto se acerca al papel, el brillo se adapta automáticamente y el peso permite sesiones prolongadas sin cansarnos demasiado. En mi periodo de prueba de la Xiaomi Pad 7 Pro he terminado dos libros, seguido una serie mientras cocinaba y revisado documentos académicos en el sofá. Coger la tablet con una mano y pasar página con un toque es un gesto natural que el ordenador, por definición reposado sobre una superficie, no puede igualar.
Conclusión
En definitiva, esta Xiaomi Mi Pad 7 me ha dejado un sabor de boca realmente bueno. Es una tablet que, sinceramente, lo hace casi todo bien: tienes potencia de sobra con ese Snapdragon para que la experiencia sea fluida, tanto para puro ocio como si te pones a trabajar. Los accesorios, especialmente el teclado y el Pen, la transforman en una herramienta súper versátil, casi un mini-portátil para el día a día. El diseño es elegante, se siente premium, y aunque el brillo en exteriores es su puntito flaco, la pantalla y el sonido son una gozada para el multimedia. Una opción muy redonda.
Este dispositivo ha sido analizado de forma independiente gracias a una cesión por parte de la marca. El artículo contiene enlaces de compra por los que Andro4all podría percibir una comisión. Únete al canal de chollos de Andro4all para enterarte de las mejores ofertas antes que nadie.
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