La reciente cancelación del concierto del grupo musical Los Alegres del Barranco en Tziritzícuaro, municipio de Maravatío, ha reavivado el debate nacional sobre la apología del delito en la música y la libertad de expresión. La presentación, programada para este viernes 30 de mayo, fue pospuesta sin explicación detallada por la empresa organizadora que emitió un comunicado a través de sus redes sociales.
Esta cancelación ocurre pocos días después de que el gobierno de Michoacán, encabezado por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, publicara un decreto que prohíbe la interpretación y reproducción de música que promueva la apología del delito en eventos públicos.
De acuerdo con el texto oficial publicado en el Periódico Oficial del Estado de Michoacán, la reforma establece que cualquier manifestación pública que “enaltezca, promueva o justifique conductas ilícitas vinculadas al crimen organizado” será sancionada con medidas severas, entre ellas la prisión preventiva. El objetivo es desincentivar la difusión de mensajes que puedan glorificar la violencia o el narcotráfico, buscando reducir el impacto social y cultural que estos mensajes pueden tener en comunidades vulnerables.
Cabe recordar que los narcocorridos son un subgénero de la música regional mexicana que se caracteriza por narrar historias relacionadas con el narcotráfico, sus líderes, hechos violentos y la vida en el entorno del crimen organizado. Aunque forman parte del folklore popular en varias regiones de México, su contenido ha sido objeto de críticas por promover indirectamente una cultura de violencia y criminalidad.

Fotografía: Facebook/Chilangos Grill.
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