Zahie Téllez no cocina solamente con ingredientes; lo hace con la memoria, el legado cultural y una sensibilidad que conecta lo íntimo con lo universal. Con orígenes que se extienden desde la costa del Pacífico mexicano hasta las tradiciones culinarias libanesas heredadas de su familia materna, Téllez se convirtió en una de las figuras más influyentes de la cocina latinoamericana contemporánea, con presencia en Europa y México.
La chef Zahie Téllez nació en Mazatlán, Sinaloa, una ciudad portuaria conocida por su vibrante cocina de mar y su fuerte identidad cultural. En entrevistas con medios como El País y Animal Gourmet, Téllez relató cómo sus primeras aproximaciones a la cocina sucedieron en el entorno familiar, donde el aroma a especias árabes, pescados frescos y guisos de olla formaban parte del paisaje cotidiano.
Su vida profesional, sin embargo, comenzó lejos de los fogones ya que estudió Relaciones Internacionales y llegó a trabajar como funcionaria pública. Pero a los 31 años decidió renunciar a su cargo para estudiar gastronomía formal en Italia. Allí se formó en la Università dei Sapori de Perugia, donde aprendió no solo técnicas europeas, sino también el respeto por el ingrediente y la dedicación a las comidas largas que tanto caracteriza a la cultura italiana.
Hoy, Téllez no solo es madre y empresaria, sino también un rostro reconocible en la televisión gracias a su papel como jueza en MasterChef Celebrity, pero detrás de la pantalla hay una mujer que ha hecho de la cocina un puente entre culturas, emociones y técnicas.
¿Cuántos restaurantes tiene la chef Zahie Téllez?
Es así como Téllez supo combinar su herencia mexicana, su formación europea y su intuición empresarial para participar en proyectos gastronómicos en México y Europa. Aunque muchos la recuerdan por José Guadalupe Platos de Cuchara, su pequeño local de comida tradicional mexicana ubicado en Mercado Roma, su incursión en Europa la posicionó en una escena de alta cocina mucho más ambiciosa y actualmente es socia en tres restaurantes en Italia:
Restaurante “Viva” en Milán
Dirigido por la chef Viviana Varese (quien fue reconocida por The World’s 50 Best Restaurants), Viva se presenta como un restaurante de cocina de autor con una fuerte impronta artística. Zahie, como socia estratégica, colabora en la narrativa conceptual de los menús. El menú degustación ronda los 110 a 130 euros (de 2,412 a 2,851 pesos mexicanos), dependiendo del maridaje.
Restaurante “Noto” en Sicilia
Ubicado en la región sureste de Sicilia, este restaurante celebra los ingredientes locales: pistachos de Bronte, pescados del mar Jónico y cítricos sicilianos. La participación de Zahie aquí se enfoca en la asesoría creativa y el diseño de experiencias. Gambero Rosso ha elogiado el enfoque honesto y “casi poético” de la propuesta.
Restaurante “Pronto de Maissa” en el Sur de Italia
El más reciente de sus emprendimientos, con un formato más informal pero igual de cuidado, Pronto se especializa en reinterpretar la comida del sur italiano con toques internacionales. Aquí, el ticket promedio oscila entre los 60 y 80 euros (de 1,316 a 1,754 pesos mexicanos), siendo una propuesta más accesible sin sacrificar calidad.
En todos estos espacios, Téllez aporta más que inversión: pone su sello en la forma de contar historias a través de los sabores. Aunque no cocina en la línea diaria, está involucrada en la conceptualización y curaduría, algo que los críticos gastronómicos europeos han señalado como un “toque de alma latinoamericana”.
A través de la televisión y sus redes sociales, Téllez comparte no solo recetas, sino también reflexiones sobre el papel de la comida en la identidad, el duelo, la celebración y la memoria colectiva. Esa honestidad la convirtió en una figura entrañable, especialmente entre jóvenes cocineros que buscan un camino menos rígido y más consciente en la gastronomía.
Lo que distingue a Zahie Téllez es su capacidad para fusionar raíces y contextos sin caer en la fusión forzada, pues su cocina no es una mezcla arbitraria de ingredientes; es un mapa afectivo. Aúna los sabores del Pacífico mexicano, las texturas del Mediterráneo, los aromas del Medio Oriente y el simbolismo de la comida de hogar.
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