El hidrógeno verde se está convirtiendo en la nueva estrella de la energía limpia, y México, con sus recursos naturales y ubicación estratégica, podría ser uno de los líderes en esta revolución.
Actualmente, el país tiene en marcha 16 proyectos de hidrógeno que juntos representan una inversión de 20 mil millones de dólares. Esta inversión no solo tiene el potencial de transformar la economía mexicana, sino también de hacer del país un jugador clave en el suministro de hidrógeno hacia Norteamérica y Europa.
¿Por qué es tan importante el hidrógeno para México y el mundo?
El hidrógeno verde es una de las energías más prometedoras para lograr una transición energética. A diferencia de los combustibles fósiles, este hidrógeno se produce utilizando fuentes renovables, como el sol y el viento, lo que significa que no genera emisiones de carbono al producirse.
En un mundo que busca soluciones para combatir el cambio climático, el hidrógeno verde es una alternativa crucial para descarbonizar industrias pesadas como el acero, el cemento y la refinación de petróleo, sectores que suelen ser grandes emisores de CO₂.
La consultora EMR, en conjunto con la Asociación Mexicana de Hidrógeno y Movilidad Sostenible (AMH2), presentó un estudio que destaca la oportunidad única que tiene el país para convertirse en un centro de producción y exportación de este recurso, aunque tenga aun estos desafíos.
Sin embargo, esta visión ambiciosa no está exenta de desafíos que deben resolverse para hacerla realidad.
El camino hacia el hidrógeno verde en México: incentivos y políticas claras
Israel Hurtado, presidente de la AMH2, presentó un estudio que resalta las barreras actuales en la industria del hidrógeno en México. Uno de los mayores desafíos es la falta de políticas e incentivos específicos para atraer a los inversores.
La implementación de una política nacional de hidrógeno que incluya incentivos fiscales, exenciones de impuestos y subsidios podría ser la clave para impulsar esta industria.
Actualmente, los proyectos de hidrógeno en el país están en etapas tempranas, y para que puedan escalar y atraer mayor inversión, se requiere un marco regulatorio que no solo establezca normas claras para la producción, transporte y almacenamiento del hidrógeno, sino que también brinde seguridad a los inversionistas.
Las oportunidades: recursos renovables, infraestructura y colaboración internacional
México tiene una ventaja enorme con sus recursos naturales. Sus zonas soleadas, vientos constantes y su capacidad geotérmica hacen que el país esté bien posicionado para producir hidrógeno verde a un precio competitivo.
Además, se ha identificado que la infraestructura de gas natural existente, como gasoductos y almacenes, podría adaptarse para transportar y almacenar hidrógeno. Esto representa un ahorro significativo, ya que no sería necesario construir toda la infraestructura desde cero.
El estudio también recomienda que México fortalezca sus relaciones con países que ya están avanzando en la industria del hidrógeno, como Dinamarca. Colaborar con naciones que ya tienen experiencia en el sector permitirá a México aprovechar el conocimiento y la tecnología existente, facilitando el camino hacia una industria de hidrógeno madura.
Hacia el futuro: la importancia de establecer un marco regulatorio
Para que esta oportunidad se convierta en una realidad, México necesita establecer una Política Nacional de Hidrógeno. Un marco regulatorio claro ayudará a guiar las inversiones y hay más: también a garantizar que los proyectos cumplan con normas de seguridad y eficiencia. Esto incluye la creación de estándares técnicos para que la producción y el transporte del hidrógeno verde sean seguros y eficientes.
Sin embargo, para aprovecharla del todo, será fundamental contar con políticas claras, asociaciones estratégicas y un entorno regulatorio que permita el desarrollo sostenible de esta nueva fuente de energía. Aquí puedes ver un proyecto que florece en nuestro país
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