Aunque parezca tarea fácil, la realidad es que en el género de la acción hay un precio alto qué pagar: que tu cuerpo termine por destrozarse poco a poco.
Hay figuras que son representantes dignos de un género. En el caso del desierto y el Viejo Oeste, Clint Eastwood se ha ganado un lugar como el ícono del vaquero solitario, mientras que en el mundo de lo sobrenatural y el horror, Jamie Lee Curtis se ha convertido en el emblema de los gritos por derecho propio. Y al hablar de películas de acción, Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone son los titanes que lideran desde la década de los ochenta con persecuciones, explosiones y músculos de acero.
Aunque parezca tarea fácil, la realidad es que en el género de la acción hay un precio alto qué pagar, algo que rara vez se menciona. Detrás de cada salto, de cada golpe y cada combate cuerpo a cuerpo, hay actores que incluso con su imponente físico, también sufren las consecuencias de sus hazañas en la pantalla. Sólo basta con recordar a Tom Cruise arriesgando su vida en Misión Imposible, realizando sus propias tomas sin la necesidad de algún doble.
Quien recientemente habló de frente y sin rodeos sobre lo difícil que es ser un actor de acción fue nadie más y nadie menos que Tom Hardy. En entrevista para la revista Esquire, donde la estrella habló sobre Havoc, la película que llegó hace un par de semanas a Netflix para posicionarse en el Top 10 en 77 países, Hardy reveló que su labor ha comenzado a cobrarle factura. ¿Lo peor? El protagonista de Mad Max: Furia en el camino considera que no hay marcha atrás y que su cuerpo no se recuperará del todo.
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“Intentaba esforzarme al máximo. Ya me operaron dos veces de la rodilla. Tengo una hernia discal en la espalda. También tengo ciática. También tengo fascitis plantar”, contó sobre los malestares que padece actualmente. “Es como si todo se estuviera desmoronando y no va a mejorar”, mencionó sobre cómo siente que su físico se está haciendo pedazos, algo que cree que no se solucionará.
En pantalla, el público ha visto a Tom Hardy dar puñetazos, subirse a autos mientras es perseguido y sobrevivir a entornos inhóspitos como si cualquiera pudiera hacerlo. No obstante, el actor se ha visto obligado a disminuir el ritmo debido al desgaste acumulado durante años gracias a papeles como el de Bane en Batman: El caballero de la noche asciende, Eddie Brock en la trilogía de Venom, y MobLand, su nueva serie disponible en Paramount+.
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Lo cierto es que, a pesar de que Hardy ya no hará tantas acrobacias como Cruise o Dwayne Johnson, esto no significa que el británico esté pensando en dejar su profesión. Al parecer, al protagonista de El renacido le tocará elegir sus personajes con mayor cuidado para poder seguir trabajando sin causar más lesiones a su cuerpo.
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