
▲ Ensayo de la obra de Samuel Beckett que aborda la compleja condición humana a través de la espera interminable de dos personajes, Vladimir y Estragón.Foto cortesía de la producción
Jorge Caballero
Periódico La Jornada
Lunes 31 de marzo de 2025, p. 7
Llega al Teatro El Milagro Esperando a Godot, puesta en escena de Ríos Secretos Producciones y Estudio 7. Las compañías apuestan a la vigencia de esta obra por sus profundas interrogantes sobre el tiempo, la esperanza y el sentido de la vida. Este montaje desafía a los actores y al público a enfrentar lo absurdo de una espera interminable con humor y profundidad.
En entrevista con La Jornada el productor y protagonista de la pieza teatral Gabriel Ronquillo apuntó: No es sólo un ejercicio teatral, sino una oportunidad para dialogar sobre la condición humana en un mundo donde la incertidumbre es la norma
. Uno de los principales motivos para montar este texto es porque resuena con la ansiedad contemporánea por encontrar un lugar en este mundo de inmediatez. Hace un tiempo relativamente corto me rencontré con la obra, después de más de tres lustros de leerla por primera vez. Me identifiqué mucho con el personaje y decidí que era el momento de montarla”.
Esperando a Godot cuenta con la dirección de Ruby Tagle, que lleva de la mano a los actores Ernesto Godoy, Gabriel Ronquillo, Eugenio Bartilotti, Abraham Alcalá y Christopher Loharan Fragoso.
Gabriel Ronquillo confesó que cuando decidió montar la obra, “pensé inmediatamente en quiénes podrían participar, empezando por los creativos, y la primera que se me vino a la mente fue la directora Ruby Tagle, porque como es una obra muy corporal y en el teatro del absurdo pues hay movimientos ilógicos, no realistas, para mí la mejor directora de movimiento escénico que hay en nuestro país e incluso Latinoamérica es ella. Comencé a reunir a un equipo de creativos que se subieron inmediatamente en cuanto supieron que iba a montar la obra, todos dijeron ‘vamos con todo con Godot’”.
Esta obra teatral aborda la compleja condición humana a través de la espera interminable de dos personajes, Vladimir y Estragón. La trama gira en torno a su permanencia en un camino desolado junto a un árbol, mientras esperan a un misterioso personaje llamado Godot. Ellos matan el tiempo con conversaciones filosóficas, juegos de palabras y reflexiones sobre la religión, el tiempo y la repetición de la vida. En el transcurso de la obra aparecen otros personajes: Pozzo, un hombre autoritario que lleva de una cuerda a su sirviente Lucky, y un muchacho que llega como mensajero para anunciar que Godot no vendrá ese día, pero promete que lo hará en el futuro. Sin embargo, el ciclo se repite en el segundo acto sin que Godot aparezca.
Gabriel Ronquillo agregó: “Esperando a Godot es una obra imperecedera, en esta época que vivimos seguimos en espera de algo, creo que su mayor aportación es sobre qué estamos haciendo en estos momentos con nuestra vida y nuestra relación con el ser que tenemos al lado, sobre qué nos impulsa, el apoyo del otro en la dura cotidianidad en la convivencia con la pareja, con los hijos; aparte lo duro, es lo difícil del día a día con la pareja, con tu hijo, tu hermano o tu padre, todas estas relaciones humanas se reflejan en esta obra. Además, tiene elementos muy sutiles de comedia y una carga dramática muy fuerte que conmoverá al público y les tocará el corazón”.
Esperando a Godot es un texto universal del dramaturgo irlandés Samuel Beckett estrenada en 1953. Sigue vigente porque simboliza temas profundos como la búsqueda de sentido en un mundo carente de propósito, la espera como metáfora de la vida y la lucha por encontrar esperanza y significado en medio de la incertidumbre. Es una de las piezas más icónicas del teatro del absurdo, donde el autor explora en la incertidumbre de la existencia humana, dejando en el aire preguntas como ¿cuál es la naturaleza del tiempo?, ¿dónde está nuestro lugar? o ¿cuál es el sentido de la vida?
En la revisitada que Gabriel Ronquillo hizo a la obra de Beckett encontró varias cosas en las que no había reparado: Recuerdo que cuando la leí por primera vez me costó mucho trabajo entenderla; ahora, con el paso del tiempo, descubrí cosas en las que no había puesto atención. Creo que estoy en una edad, en mis 50 años, en la que estoy pasando por cambios físicos, hormonales, mentales y precisamente el autor habla sobre eso: la pérdida de memoria, de los recuerdos, la nostalgia, y eso estaba muy lejos para experimentarlo cuando la leí la primera vez, no podía tener una noción de lo que Beckett hablaba, ahora con la edad me di cuenta de la profundidad de todas esas cosas que tiene la obra
.
Las funciones de Esperando a Godot son los martes a las 20 horas a partir del 8 de abril y hasta el 3 de junio.
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