

Los vehículos eléctricos son mucho más eficientes en el uso de energía en comparación con los vehículos de combustión interna (ICE). Mientras que solo un 16%-25% de la energía de la gasolina impulsa un ICE, los EVs aprovechan entre un 87%-91% de la energía eléctrica.
- BEV = 70-77% menos emisiones que vehículos a gasolina (promedio en Canadá).
- Producción de batería = mayor huella inicial, pero se compensa en uso.
- Red eléctrica más limpia = más ahorro de emisiones.
- BEV 4 veces más eficientes que vehículos a gasolina.
- PHEV = ahorro moderado, depende del uso en modo eléctrico.
- BEV más caros, falta oferta accesible.
- Reemplazo de batería = baja ligeramente los beneficios.
- Incluso con electricidad sucia, BEV siguen ganando en eficiencia.
Las emisiones de ciclo de vida favorecen a los vehículos eléctricos
Los vehículos eléctricos de batería (BEV) generan muchas menos emisiones a lo largo de su vida útil en comparación con los vehículos a gasolina. Aunque su producción inicial, sobre todo por las baterías de iones de litio, implica mayores emisiones, el bajo consumo energético y la electricidad más limpia compensan con creces esa desventaja inicial.
En Canadá, las emisiones totales de un BEV son entre un 70% y 77% menores que las de un vehículo de combustión interna (ICEV). Incluso si se reemplaza la batería una vez, la reducción sigue siendo significativa: entre 59% y 69%.
Producción de baterías: el mayor reto inicial
Las baterías representan hasta el 60% de las emisiones de fabricación de un BEV si se reemplazan durante su vida útil. La extracción y procesamiento de minerales como litio, níquel, cobalto, cobre y grafito son intensivos en energía. Además, muchas fábricas funcionan con carbón, especialmente en China.
Sin embargo, el impacto ambiental de las baterías depende mucho del mix energético del lugar donde se fabrican. Por ejemplo, producirlas en Suecia emite un 25% menos que en China. A medida que más países como Canadá aumenten su participación en la fabricación con energías limpias, estas emisiones deberían bajar.


Eficiencia energética: una gran ventaja de los BEV
La eficiencia energética es donde los VE realmente brillan. Mientras que los vehículos de combustión interna (ICE) solo aprovechan entre el 16% y el 25% de la energía de la gasolina, los vehículos eléctricos utilizan entre el 87% y el 91% de la energía eléctrica para moverse. Esta diferencia significativa se traduce en un menor consumo de energía y, por ende, en menos emisiones.
Para ilustrar esta diferencia, consideremos el siguiente ejemplo:
Tipo de vehículo | Consumo por 100 km |
---|---|
SUV de gasolina | 6,7 – 21,7 litros |
SUV eléctrico | 20,9 – 44,6 kWh |
Un SUV a gasolina consume 6,7 a 21,7 litros cada 100 km, mientras que su versión eléctrica gasta 20,9 a 44,6 kWh (equivalente a 2,3 a 5 litros de gasolina). Esto significa que un BEV usa hasta cuatro veces menos energía para recorrer la misma distancia.
La electricidad más limpia amplifica los beneficios
A nivel nacional, la electricidad canadiense emite un 61% menos que la gasolina. En provincias como Quebec, Manitoba o Columbia Británica, donde domina la energía hidroeléctrica, la reducción de emisiones al usar BEVs puede alcanzar hasta el 83%.
Incluso en regiones donde la electricidad es más contaminante (como Alberta o Nunavut), los BEV siguen generando menos emisiones totales que los ICEV gracias a su mayor eficiencia energética.
Vehículos híbridos enchufables: beneficios intermedios
Los vehículos eléctricos híbridos enchufables (PHEV) también reducen emisiones, aunque en menor medida. Su impacto depende mucho de cuánto se use el modo eléctrico.
En promedio, un PHEV usado en modo eléctrico el 54% del tiempo emite 172 gCO2e/km, frente a 332 gCO2e/km de un SUV a gasolina. Si solo se usa en modo eléctrico el 26% del tiempo, las emisiones suben a 220-291 gCO2e/km, reduciendo el beneficio climático.


Precios y acceso: un cuello de botella
Aunque la mayoría de los modelos eléctricos emiten menos que los de gasolina en el mismo rango de precio. Esto limita su acceso a muchas personas.
El fin de subsidios podrían agravar el problema, frenando la transición hacia un transporte más limpio.
Estrategias para mejorar aún más el impacto de los vehículos eléctricos
Innovación en la tecnología de baterías
Los investigadores están trabajando en nuevas tecnologías de baterías que podrían reducir significativamente las emisiones de producción y mejorar la eficiencia. Por ejemplo, las baterías de estado sólido prometen mayor densidad energética y menor impacto ambiental.


Mejora de la infraestructura de carga
Para maximizar los beneficios de los vehículos eléctricos, es crucial expandir y mejorar la infraestructura de carga. Esto incluye:
- Aumentar la disponibilidad de puntos de carga rápida.
- Implementar sistemas de carga inteligente para optimizar el uso de energía renovable.
- Desarrollar tecnologías de carga inalámbrica para mayor comodidad.


Educación y concienciación
Es fundamental educar a los consumidores sobre los beneficios reales de los VE y desmitificar conceptos erróneos. Esto puede lograrse mediante:
- Campañas informativas sobre el impacto ambiental de los VE.
- Programas de prueba de conducción para que los consumidores experimenten los VE de primera mano.
- Información clara sobre los costos totales de propiedad, que a menudo son menores para los VE a largo plazo.
El futuro de la movilidad eléctrica
A medida que la tecnología avanza y las redes eléctricas se vuelven más limpias, el impacto positivo de los VE seguirá creciendo. Sin embargo, para lograr una adopción masiva, es crucial abordar los siguientes aspectos:
- Accesibilidad: Desarrollar modelos más asequibles para ampliar el mercado de VE.
- Autonomía: Continuar mejorando la autonomía de las baterías para reducir la «ansiedad de rango».
- Reciclaje: Implementar sistemas eficientes de reciclaje de baterías para minimizar el impacto ambiental.
- Políticas de apoyo: Mantener incentivos y políticas que fomenten la adopción de VE y la inversión en infraestructura de carga
Los vehículos eléctricos representan una herramienta clave para descarbonizar el transporte.
- Menos emisiones de gases de efecto invernadero = menor impacto climático
- Mayor eficiencia energética = menor demanda de energía total
- Impulso a la electrificación = aceleración de la transición energética
- Reducción de la contaminación urbana = mejor salud pública
- Demanda de minerales estratégicos = oportunidad para desarrollar cadenas de suministro más sostenibles
A medida que las redes eléctricas se vuelvan más limpias y los procesos de fabricación más sostenibles, los beneficios de los BEV aumentarán. La clave está en hacerlos accesibles para todos, invertir en infraestructura de carga y seguir promoviendo la innovación tecnológica.
La movilidad eléctrica no es una solución mágica, pero es una pieza esencial del rompecabezas hacia un futuro más limpio y justo.
Vía economics.td.com
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