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OpenAI divide su amor entre AMD y Nvidia por la fabricación de chips de IA



Sin embargo, resaltó un problema que ha sido constante para su compañía. Y es que en la actualidad se necesita de “toneladas de computadoras, toneladas de memoria, toneladas de CPU también” para poder llevar a cabo los procesos que esta tecnología requiere.

En ese sentido, Altman comentó que ya está haciendo algunos trabajos en el chip MI300X, que AMD lanzó el año pasado, “pero estamos extremadamente emocionados por el MI450, la arquitectura de memoria es excelente para la inferencia. También puede ser una opción increíble para el entrenamiento”.

La nueva infraestructura MI450 está prevista para lanzarse en 2026, según el anuncio de Su, quien detalló que funcionará como un “único y masivo motor informático”, pues conectará hasta 72 GPU con 260 terabytes por segundo de ancho de banda de escalado.

De acuerdo con la empresa, la generación de procesadores de 2025, la serie Instinct MI350 superará a los chip Blackwell de Nvidia, algo que atrae a OpenAI, firma que ha buscado la manera de reducir su dependencia de Nvidia.

De hecho, la startup ya ha movido sus fichas para convertirse en un competidor a nivel de fabricación de chips específicos para las tecnologías de Inteligencia Artificial generativa de última generación.

En febrero se dio a conocer que no sólo está enfocada en desarrollar sistemas digitales, como ChatGPT, sino que también ha estado trabajando en el diseño de su primer chip interno, el cual representará una alianza de gran escala con la principal fabricante de semiconductores en todo el mundo, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC).

Al respecto, la agencia de noticias Reuters reportó que OpenAI ya finalizó la etapa de diseño y lo enviará a TSMC para iniciar el proceso de fabricación en masa en el 2026, un paso que se le conoce como tapping out en el argot tecnológico.

Así luce el futuro de la IA para Altman

Cuando Su le preguntó cómo están cambiando las demandas informáticas en torno a la IA, Altman dijo que una de las mayores diferencias es la actualización tan rápida que han tenido los sistemas hasta alcanzar un mejor razonamiento y, por lo tanto, mejores respuestas, una cuestión que requiere de mayor potencia de cómputo.

Respecto a la vertiginosa y marcada evolución de los modelos de IA, Altman predijo que en la segunda mitad de esta década se mantendrá el ritmo igual que en la primera, es decir, los lanzamientos seguirán siendo constantes.

“Si piensas hacia el 2030, estos sistemas serán capaces de cosas nuevas y notables sobre el descubrimiento científico, la ejecución de funciones extremadamente complejas en toda la sociedad y cosas que ni siquiera podríamos imaginar”, señaló. “Realmente ayudarán en proyectos de ingeniería muy complejos, investigación muy compleja, pero para mantener este escalado”, concluyó, “tenemos que trabajar juntos en investigación, ingeniería y hardware sobre cómo vamos a entregar estos sistemas y productos”.





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