Por ello es que la empresa considera esencial acceder a múltiples APIs de búsqueda, destacando la de Google como crucial para mejorar la experiencia del usuario. Además, Turley mencionó que OpenAI desarrolla su propio índice de búsqueda con la finalidad de que ChatGPT responda al 80% de las consultas con esta herramienta para finales de 2025, pero se ha retrasado el lanzamiento.
Este interés de OpenAI surge en un contexto donde el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) busca medidas drásticas contra Google, tras una sentencia del juez Amit Mehta que determinó que la empresa mantiene un monopolio ilegal en el mercado de búsquedas en línea.
Entre las posibles sanciones se contempla la venta forzada de Chrome y la prohibición de acuerdos exclusivos que favorezcan a Google, como los realizados con fabricantes de dispositivos Android para preinstalar su motor de búsqueda y la aplicación de Inteligencia Artificial Gemini.
La posibilidad de que OpenAI adquiera Chrome podría alterar significativamente el panorama de los navegadores web y la búsqueda en línea, especialmente si se considera la integración potencial de capacidades de IA avanzadas en el navegador.
Sin embargo, cualquier decisión al respecto dependerá de las resoluciones finales del tribunal, las cuales podrían tardar años en concretarse debido a posibles apelaciones.
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