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no. En la primera mitad del siglo XX, cuantiosos ismos
eurocentristas se anticiparon a los desquicios éticos y morales de nuestros días. Siglo que empezó con futuristas que idolatraban el fascismo, dadaístas que renegaban de la lógica, surrealistas que se inspiraban en la teoría del inconsciente de Freud, liberales que mistificaban la democracia, y estalinistas que degradaban el marxismo a ideología científica del proletariado
.
Dos. En suma, expresiones multicausales, cuyos telones de fondo chorreaban ríos de sangre, y que poco a poco fueron erigiendo lo que hoy salta a la vista: el teatro del absurdo
, o de la crueldad
sin más.
Tres. Botón de muestra: el infausto 1933, que arrancó con la designación de Adolf Hitler como canciller de la hiperilustrada Alemania (enero), siguiendo por el deliberado incendio del Reichstag (febrero), la creación de la Gestapo (abril), el concordato entre el Vaticano y los nazis (julio), y algo que los cazadores de antisemitas
prefieren silenciar: el Acuerdo Havara, suscrito entre Hitler y la Unión Sionista de Alemania (USA, agosto).
Cuatro. El Acuerdo Havara se basó en el común denominador de manual, entre nazis y sionistas: vaciar Alemania del elemento judío
. Así, Hitler comisionó al barón Leopold von Maldestain, destacado oficial de las Schutzstaffel (o SS, organización paramilitar, policial, política, penitenciaria y de seguridad), para tratar el asunto con Kurt Tochler, dirigente de la USA.
Cinco. A finales de 1934, Maldestain y Tochler realizaron juntos un viaje a Palestina, con el propósito de estudiar la situación. Y a su regreso, Maldestain publicó sus impresiones en el periódico nazi Der Ingrif, en tanto el semanario sionista Yiudsha Reud elogiaba el proyecto, recomendando la inmediata emigración de los judíos al territorio que entonces se hallaba bajo el mandato británico.
Seis. Nota de color: Der Ingrif festejó las crónicas de Maldestain con la emisión de una medalla que, en ambos lados, tenía la cruz gamada y la estrella de David. Simultáneamente, Hitler creaba la Sección de Asuntos Judíos
, poniendo al frente a otro destacado de las SS: Adolf Eichmann.
Siete. Adenda. En sus memorias, liberadas en 1999 por Tel Aviv y publicadas en Alemania, Eichmann escribió: De haber sido judío, hubiese sido el más entusiasta de los sionistas
.
Ocho. No todos los judíos alemanes aceptaron ser trasladados a Palestina. Con todo, se calcula en 60 mil los que llegaron en barcos que ondeaban banderas con esvástica. Y muchos para recibir, clandestinamente, entrenamiento militar de la Gestapo con el fin de desestabilizar a los ingleses.
Nueve. En el contexto palestino, el Acuerdo Havara fue, parafraseando a Hegel, la primera parte de una historia que empezó como tragedia, dejando abierta la segunda que, parafraseando a Marx, siguió como farsa. Por ejemplo, el video que a finales de febrero mostró a Donald Trump y Benjamin Netanyahu en el balneario de lujo de una Gaza imaginaria, rodeados de yates, mujeres bailando en la playa y estatuas del magnate de la melena dorada.
Diez. Creado con inteligencia artificial, el video alcanzó en pocas horas 15 millones de reproducciones en Instagram y, con el título Gaza 2025, ¿qué viene?, fue compartido más de 2 mil 500 veces en el sitio web Truth Social (propiedad de Trump). Días antes, en la Casa Blanca, en conferencia de prensa, Trump había dicho que imaginaba convertir a Gaza en la Costa Azul de Medio Oriente
.
Once. Un sueño guajiro que Netanyahu (con pedido de captura internacional), replicó diciendo que su anfitrión estaba pensando fuera de la caja, con ideas frescas
(4 de febrero). Y después, en vísperas de la reunión de reyes y presidentes de países árabes que se reunieron en El Cairo para tratar el destino de Palestina, el genocida propuso que Arabia Saudita podía crear un Estado palestino ya que “…tienen mucha tierra ahí” ( The Times of Israel, 9/2).
Doce. Ahora bien. El video de marras fue virtual, pero el proyecto inmobiliario impulsado por Jared Kushner (yerno de Trump) es real: expulsar 1.8 millones de palestinos. Por ende, y considerando aquello de que no se puede confundir a gobiernos con pueblos y sociedades, restaría saber qué piensan los habitantes de la entidad terrorista llamada Israel, acerca de limpiar la franja de Gaza de palestinos, reasentándolos en países vecinos.
Trece. En sondeo reciente del estadunidense Instituto de Políticas para el Pueblo Judió (JPPI, siglas en inglés del organismo creado por la Agencia Judía), reveló que ocho de cada 10 israelíes apoyan el plan de Trump. Y entre los judíos israelíes, específicamente, la encuesta reveló que sólo 3 por ciento se opuso al traslado por razones… morales.
Catorce. ¿Por qué querrían (los palestinos), volver? El lugar ha sido un infierno
, dijo Trump en la referida conferencia de prensa. Pero un periodista le respondió con cuatro palabras, y alcanzó a gritar: ¡Porque es su hogar!
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