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Pasaron dos años, pero el dolor sigue intacto


Emir Olivares Alonso

 

Periódico La Jornada
Viernes 28 de marzo de 2025, p. 10

Han pasado dos años y es como si hubiera sido ayer. El tiempo transcurre, pero el dolor sigue intacto, relata uno de los sobrevivientes del incendio en la estancia migratoria provisional de Ciudad Juárez del 27 de marzo de 2023.

Aquella tragedia dejó serias secuelas en su persona: tiene dificultades para hablar por la cantidad de humo que inhaló y sufrió quemaduras de tercer grado que dejaron marcado gran parte de su cuerpo. Por horas los doctores trataron de salvarle el brazo izquierdo.

Ayer, en el segundo aniversario de la tragedia, colectivos y representantes de las víctimas entregaron en Palacio Nacional una serie de testimonios de sobrevivientes y familiares de los fallecidos, dirigida a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y a otros funcionarios, como el fiscal general de la República, Alejandro Gertz, con la misma exigencia: justicia.

El incendio provocó que 40 personas migrantes perdieran la vida bajo custodia del Estado y 27 más resultaran con graves heridas por quemaduras.

Política de maltrato al más necesitado, el problema

El hecho de no abrir la puerta simplemente por la suposición de que escaparíamos; adónde iríamos si estábamos como presos: descalzos, sin dinero, sin teléfono ni nada en esas cuatro paredes, con un calor insoportable que fue un escenario perfecto para que prendiera en llamas en minutos el lugar, recuerda otro de los sobrevivientes.

Una mujer, cuyo esposo murió debido a aquella tragedia, denuncia: Quiero expresarles mi tristeza, mi ansiedad y mi impotencia por la pérdida de mi compañero de vida y padre de mi hijo. Mi vida cambió totalmente desde ese día, mi hijo pregunta por su padre, yo tengo que ver de qué manera lo sacó adelante. Ya son dos años y todavía hay secuelas en mi salud física y mental, mi vida ya nunca será la misma.

Pido que se haga justicia, que este hecho no se repita. Lo que quiero es que se haga sentir el dolor de las familias, que se conozca qué causó la injusticia de los guardias de seguridad; que el juez dé una sentencia y que sea una justa. Espero que los jueces hagan valer sus palabras y sus juramentos: velar por la justicia. Y que el señor (Francisco) Garduño (titular del INM) pague por las personas que fallecieron y las 27 lesionadas, porque su vida ya no es fácil, demanda otra de las víctimas.

La mañana de ayer, organizaciones civiles y representantes legales de algunas víctimas presentaron una demanda de reclamación patrimonial ante el Instituto Nacional de Migración, donde exigieron una reparación integral, más allá que lo económico.

Hasta ahora no ha habido un pronunciamiento que reconozca que lo que sucedió no fue casualidad, no fue mala suerte, sino es la punta del iceberg de una política de maltrato a las personas migrantes, de detenciones arbitrarias y en condiciones indignas, inhumanas, de encierros por fuera de la ley y que son incluso peores que los penales y, además, al amparo de la ley, señaló Luis Xavier Carrancá, de la Clínica Jurídica para Personas Refugiadas Alaíde Foppa de la Universidad Iberoamericana.

Para el abogado, una verdadera reaparición no sólo está relacionada con la entrega de indemnizaciones económicas, sino que implica también justicia. Por ello, que el comisionado Garduño no sólo no haya sido sentenciado judicialmente, sino que se le mantenga en el cargo, es un mensaje de impunidad.



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