Si eres de quienes piensan que las segundas partes de las películas no son buenas, tienes que saber que hay algunas que, de acuerdo con la crítica especializada, han tenido buena aceptación y han logrado colocarse en el gusto del público.
Con buenas actuaciones del reparto, guiones disruptivos, temáticas novedosas o con efectos especiales muy bien logrados, las películas tienen el poder de cautivarnos y generar la expectativa de que los productores apuesten por lanzar alguna secuela. Aquí te compartimos algunas buenas segundas partes que puedes ver en Netflix.
Cuando se estrenó la primera parte de esta aclamada saga del director Robert Zemeckis, en 1985, nadie imaginaba que sería un éxito de taquilla, sin embargo logró recaudar más de 11 millones de dólares en su fin de semana de estreno. Fue ese éxito lo que llevó a Zemeckis a pensar en una secuela.
Y si el viaje a 1955 en un DeLorean en la primera parte cautivó a los espectadores, las escenas del auto aterrizando en las calles de un futuro imaginado en 2015 con coches voladores, tablas flotantes, videollamadas y anuncios publicitarios holográficos le volaron la cabeza a más de uno; tanto, que en su primer fin de semana recaudó casi 28 millones de dólares, más del doble que su predecesora.
Las computadoras fueron clave en algunas segundas partes
Otra saga de viajes en el tiempo, pero desde una perspectiva menos optimista, es Terminator, un organismo cibernético que viaja desde un futuro distópico donde las máquinas y los humanos libran una guerra que pone a la humanidad al borde de la aniquilación.
La segunda parte, Terminator 2: El Juicio Final, fue estrenada en 1991 y supuso un hito no solo por su argumento, sino por sus novedosos efectos visuales, entre los que destaca la animación de un exterminador hecho de metal líquido, que puede adoptar diversas formas. Eran los inicios de las imágenes generadas por computadora (CGI, por sus siglas en inglés). Por cierto, ¿sabías que la voz Arnold Schwarzenegger en el doblaje para Hispanoamérica es la de Humberto Vélez?
A inicios de los años 2000 la tecnología para generar animación por computadora había avanzado tanto que permitió crear películas que, de la mano de un acertado trabajo de doblaje, pronto se ganaron la admiración de la gente. Uno de los ejemplos más notables es Shrek.
En 2004, tres años después de conocer por primera vez la aventura del ogro verde para rescatar a la princesa en el último cuarto de la torre más alta, llegó la segunda parte en la que Shrek y Fiona, en compañía de Burro, viajan al reino de Muy Muy Lejano, sin saber que en su felicidad se interpondrán los malévolos planes del príncipe Encantador.
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