Una fiesta de cumpleaños para una perrita salió mal, pues mientras su dueña partía el pastel para repartirlo a cada amigo perruno, un perrito se robó todo el protagonismo. En medio de su desesperación por comer, escuchó sus pensamientos intrusivos y no esperó a que le sirvieran y de una mordida él mismo se despachó.
Este momento ha causado gracia en redes sociales, principalmente en TikTok, donde la usuaria Dani Flowers compartió el video, pues en él se ve el para nada discreto intento del lomito de robarse el pastel, además de la cara de confusión de la perrita cumpleañera.
Por supuesto, los perritos no fueron los únicos en reaccionar a esta situación, pues la mujer que se encontraba partiendo el pastel especial para perros rápidamente cubrió la tarta con sus manos; mientras que un joven entre risas corrió para detener al perrito delincuente y salvar el postre para repartir entre los invitados.
Tras hacerse viral en TikTok, los lomitos e incluso la mujer que repartía el pastel, se volvieron el franco de comentarios con mucho humor, pues tras el hurto del pastel, en redes defendieron al perrito, ya que aseguran que la mujer que servía el pastel no les estaba dando el suficiente.
“El perrito: déjame ayudarte Vavila”, “le queda el sonido de: Si alcanzaste pastel]? Apenitas, apenitas”, “la cumpleañera bien sacada de onda jajaja”, “es el típico niño que su mamá lo tiene bien consentido y se cree el cumpleañero”, “es que también la doña les quiere dar fotocopias”, “no lo vuelven a invitar” y “en todas las especies siempre hay un aprovechado que se lleva todo”, se lee en los comentarios.
Luego del éxito viral de este video, el clip se ha resubido con los audios más virales de TikTok y en todos los casos que compartió la creadora de contenido dedicado a la repostería los videos ya superan los 27 y 11 millones de reproducciones, tan sólo de dos videos.
¿Qué opinas de este icónico momento?, que además ya es uno de los favoritos del Internet y que sin duda nos recuerda que no importa si el pastel es para personas o para perros, siempre habrá alguien que sirva las rebanadas demasiado pequeñas.
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