Una de las muertes que impactó más en los últimos años fue la de Octavio Ocaña, quien conquistó a la televisión mexicana con su papel de Benito Rivers en “Vecinos“. El joven actor perdió la vida el 29 de octubre de 2021 a los 22 años, los hechos ocurrieron en el municipio de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, cuando Ocaña se vio involucrado en una persecución policial.
De acuerdo con la versión oficial presentada por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), el actor conducía bajo los efectos del alcohol e ignoró una señal de alto de los agentes, lo que provocó el inicio de la persecución. Durante el trayecto (y siempre según las autoridades) Ocaña habría tomado un arma de fuego que guardaba en la guantera de su camioneta.
Poco después habría perdido el control del vehículo, impactándose contra un muro. En ese momento, y de forma aparentemente accidental, el arma se disparó y le causó una herida mortal en la cabeza; aunque esta versión fue presentada como algo oficial por parte de las autoridades, son muchas las personas que aún dudan de la veracidad de las declaraciones por lo que la muerte del actor sigue siendo una herida abierta tanto para familiares, como para quienes lo conocieron a través de la televisión.
Embalsamador de Octavio Ocaña habla sobre su experiencia
Sin embargo, uno de los aspectos menos reconocidos en esta situación fue el papel de las personas que se encargaron de preparar su cuerpo para despedirlo. Fue así como el embalsamador Eduardo Juárez compartió su experiencia para el podcast “Relatos de Terror con Omar Crew“, explicando que él fue el encargado de preparar el cuerpo del actor en aquel fatídico día.
Juárez explicó que ciertas muertes, por su naturaleza y las condiciones del trayecto, pueden alargar el proceso de embalsamamiento para garantizar que el cuerpo llegue en condiciones óptimas a sus familiares. Este aspecto técnico es esencial para preservar la dignidad de la persona fallecida y evitar imágenes perturbadoras.
Hay casos como éste que fue más tardado por la causa de muerte y por el trayecto de agencias para poderlo preservar […] Para nosotros siempre mantenemos un lineamiento con un respeto por lo que se hace, al final de cuentas es una muerte y se merecen el respeto de parte de nosotros y para sus familares e incluso para sus fans, declaró.
De la misma forma, el experto relató que el semblante de Ocaña parecía tranquilo y sin nada que resaltar, así mismo pudo observar las “características naturales que presentan todos los cuerpos” tales como deshidratación y la necropsia normal para el tiempo de muerte. Así mismo, Juárez afirmó que cuando se trata del cuerpo de algún famoso existe un protocolo de seguridad distinto para así garantizar la integridad de la persona.
Principalmente es mantenerlo en un grado de profesionalismo sin que haya personas que puedan filtrar algo y eso es con todos, pero eso (una persona famosa) llama la atención incluso de los compañeros. Entonces tenemos que tener el cuidado de mantener ese respeto, explicó.
Eduardo Juárez también admitió que siempre que se trata de una persona joven resulta impactante llevar a cabo las acciones pertinentes para embalsamar el cuerpo; sin embargo, debido a la situación en la que sucedió la muerte de Octavio Ocaña se tuvo especial cuidado y tacto para evitar que algo inapropiado saliera a la luz y lastimara, todavía más, a los familiares del actor.
Finalmente explicó que, a pesar de que las autoridades se encontraban involucradas en la muerte del actor, nunca existió presión para intentar “ocultar” algún signo, por lo que el embalsamador sólo se limitó a realizar su trabajo según los protocolos. Ahora, están a punto de cumplirse cuatro años de la muerte de Octavio Ocaña y cada vez parecen surgir más testimonios de personas que colaboraron para darle un respetuoso descanso después de su muerte.
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