

Se han desarrollado enzimas para productos como detergente, tejidos de poliéster y cosméticos, reduciendo el consumo de energía y agua en su fabricación.
- Enzimas como catalizadores naturales.
- Reducen CO₂ hasta un 30% frente a métodos tradicionales.
- Ahorro anual en Europa: 42 millones de toneladas de CO₂, 16.000 millones de litros de agua, 500.000 toneladas de petróleo.
- Tecnología casi lista para el mercado industrial.
- Aplicada ya en detergentes, textiles y cosmética.
- Uso de IA, supercomputación y nanotecnología para optimizar enzimas.
- Proyecto europeo H2020, liderado por el CSIC.
Desarrollan una innovadora tecnología enzimática para una producción industrial más sostenible
Un consorcio internacional liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado una tecnología enzimática revolucionaria, capaz de transformar los procesos industriales hacia modelos mucho más sostenibles. Esta metodología, creada dentro del proyecto FuturEnzyme, permite descubrir, fermentar y procesar enzimas microbianas, las cuales actúan como catalizadores naturales para reacciones químicas, pero sin los efectos contaminantes de los procesos tradicionales.
Este avance tecnológico se encuentra cerca de su entrada al mercado y representa una alternativa rentable y ecológica que podría reducir hasta un 30% las emisiones de dióxido de carbono en comparación con las técnicas industriales convencionales.
Impacto ambiental y ahorro de recursos
Según Manuel Ferrer, investigador del CSIC en el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica (ICP) y coordinador de FuturEnzyme, el uso generalizado de estas enzimas podría suponer:
- 42 millones de toneladas menos de CO₂ emitidas al año en la Unión Europea.
- Ahorro energético equivalente a 500.000 toneladas de petróleo.
- Reducción del consumo de agua en 16.000 millones de litros anuales.
Este impacto permitiría mejorar de forma significativa la eficiencia energética y la sostenibilidad de los procesos industriales, contribuyendo a los objetivos europeos de descarbonización.
Un sistema innovador, eficiente y rentable
Aunque el potencial de las enzimas era conocido, hasta ahora su aplicación a escala industrial presentaba problemas de coste, eficiencia y escalabilidad. Uno de los mayores desafíos era encontrar la enzima adecuada para cada tipo de proceso o producto, ya que las características químicas varían ampliamente.
Para superar estas barreras, FuturEnzyme ha combinado tecnologías de nano-biotecnología, inteligencia artificial y supercomputación. Estas herramientas permiten identificar y optimizar enzimas con propiedades específicas adaptadas a cada aplicación. Además, se han diseñado plataformas de fermentación y procesamiento escalables, garantizando la viabilidad industrial de la producción de estas enzimas.
Aplicaciones actuales en productos de consumo
El proyecto ya ha logrado integrar tres tipos de enzimas en productos de uso cotidiano:
- Detergente líquido: mejora la eliminación de manchas usando menos energía y agua, gracias a enzimas que descomponen residuos orgánicos a temperaturas más bajas.
- Textiles de poliéster y elastano: eliminan compuestos químicos sin necesidad de lavados agresivos ni temperaturas extremas, utilizando enzimas específicas en las soluciones acuosas aplicadas a las telas.
- Cosméticos con ácido hialurónico: el proceso enzimático permite fragmentar el polímero con un consumo energético mucho menor respecto a los métodos habituales.
Estos casos demuestran la versatilidad de las enzimas y su capacidad para integrarse en diferentes sectores industriales, siempre bajo criterios de sostenibilidad y eficiencia.
Potencial de esta tecnología
La tecnología enzimática desarrollada por FuturEnzyme tiene un potencial enorme para impulsar la transición hacia una economía baja en carbono. Al reemplazar procesos químicos convencionales por rutas biológicas más limpias, se reducen tanto las emisiones de gases de efecto invernadero como la generación de residuos tóxicos.
Además, la producción enzimática es biodegradable y segura, evitando el uso de reactivos peligrosos y minimizando el impacto sobre los ecosistemas. Esta tecnología no solo contribuye a la lucha contra el cambio climático, sino que también promueve un uso más racional de recursos como la energía y el agua.
Si se amplía su adopción a otras industrias —alimentaria, farmacéutica, textil, cosmética—, las enzimas podrían convertirse en una pieza clave para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) marcados por la ONU. Esto posiciona a FuturEnzyme como un referente en la innovación para una producción industrial verdaderamente verde y responsable.
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