La virtualidad ha cambiado el estilo de vida y estar en línea es lo habitual para numerosas personas. Sin embargo, hay un selecto grupo de personas que prefiere no usar redes sociales, lo que rompe con los patrones, especialmente de las nuevas generaciones que nacieron en la era digital.
Este comportamiento es analizado desde diversas perspectivas y áreas de estudio, como la Psicología, ciencia que estudia la conducta humana y los procesos mentales. Para entender por qué hay quienes se mantienen al margen de las redes sociales hay que contemplar los problemas de salud mental que se vinculan con estas plataformas.
De acuerdo con un artículo de La Vanguardia, hay tres factores principales que motivarían a las personas a no usar redes sociales:
- No invertir (perder el tiempo) en el mundo digital
- Evitar la ansiedad que puede provocar el mundo digital
- Construir una identidad propia sin sentir la presión del mundo digital y sobreestimulación

Qué es el minimalismo emocional
Quienes no tienen o no usan redes sociales con frecuencia se inclinarían por el llamado minimalismo emocional, término que la coach y escritora Anna Fargas aborda en su libro que lleva este nombre para proponer “una visión renovadora en la que la clave para dejar de sufrir reside en eliminar deliberadamente aquello que te lastima”.
En el caso del mundo digital, la clave de quienes no usan redes sociales es cuidar y proteger su salud mental, a fin de tener bienestar en general. Al respecto, la revista Journal of Medical Internet Research analizó el comportamiento de usuarios en redes sociales y el vínculo que hay con los trastornos alimenticios. Este impacto negativo deriva de los irreales cánones de belleza y la búsqueda por alcanzarlos, lo que incluso generadores de contenido fomentan con el tipo de fotos y videos que comparten.

Cuál es el impacto negativo de las redes sociales en las personas
La Universidad Autónoma de México (UNAM), a través de la Gaceta UNAM, expuso que para algunas personas “no contar con una plataforma de internet es prácticamente no estar vivo”. Samuel Acosta, académico de la Facultad de Psicología, explica que esta visión parte de la idea de que las redes sociales permiten que las personas no sean “invisibles”.
Para el experto en Psicología, esta postura surge de la naturaleza humana que se inclina por tener compañía y ser aceptado para ser parte de un grupo. Sin embargo, pueden surgir problemas, ya que “no dimensionas todo lo que va a implicar, ni los riesgos que conlleva el dar ese clic para publicar esa foto y dar esa información que alguien más puede ocupar y puede ser peligroso”. Samuel Acosta también consideró que “nadie cree que está en riesgo cuando solamente se da un clic”.
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