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regresa una función estrella de Windows 7 mientras fortalecen Linux


A pesar de no gozar de la popularidad de otros sistemas operativos en lo que a base de usuarios se refiere, es innegable que Linux se ha convertido en una de las opciones más importantes del sector. Un ejemplo de ello no solo es su papel como la base de Android, el sistema operativo más popular del mercado móvil, sino que aspectos como un pequeño cambio en 30 líneas de código podrían convertirse en la solución definitiva a la crisis energética de los centros de datos.

De esta forma, Linux suele estar ligado a experimentos de todo tipo, ya que algunos devotos del SO buscan la forma de exprimir sus prestaciones en formatos tan rocambolescos como un PDF. Sin embargo, después de que el propio creador de Linux haya anunciado el adiós de la compatibilidad con las CPU 486, el sistema operativo se ha convertido en uno de los protagonistas del futuro de Windows. ¿El motivo? Mientras Microsoft anunció una función revolucionaria de Windows 11, confirmó que una parte importante del Subsistema de Windows para Linux (WSL) será código abierto.

La importancia del código abierto

Como señala Ars Technica, esta decisión responde a una solicitud hecha por la comunidad de Windows hace nueve años en GitHub, razón por la que todos los interesados han tenido que esperar desde 2016 hasta que se haga realidad. Así, WSL permite utilizar la línea de comandos y aplicaciones de Linux directamente en Windows. Gracias a ello, no solo es una de las herramientas más importantes del sistema operativo, sino también una buena forma de probar las capacidades de Linux en el ecosistema de Microsoft.

Gracias a la decisión de la firma de Redmond, la comunidad tendrá aún más facilidades para contribuir de forma significativa a WSL, una situación que ya han hecho incluso sin acceso al código fuente. No obstante, aún quedarán dos componentes cerrados: por un lado, el controlador del kernel de WSL 1; por otro, los archivos de redirección del sistema de archivos. A pesar de ello, la publicación original señala que Microsoft no descarta abrir el código de esos componentes en el futuro, una situación que agradaría al creador de Linux, ya que este señaló que las grandes compañías no facilitan el interés de los usuarios.

Desde la llegada de Windows 11, WSL se puede instalar y actualizar directamente desde la Microsoft Store. Gracias a esta posibilidad, los usuarios pueden sacar partido a la forma más rápida y ligera de acceder a Linux, ya que WSL supera las prestaciones de cualquier máquina virtual tradicional. Además, la firma también ha añadido Fedora y Arch Linux como distribuciones oficialmente compatibles, convirtiéndose esto en una de las novedades del sistema operativo junto a la nueva opción de transferencia inalámbrica de archivos en la que están trabajando.

El pasado y el futuro de Windows

Como indica TechSpot, Microsoft está pensando en traer de vuelta una función de transferencia local de archivos, una herramienta similar al clásico “Windows Easy Transfer” de Windows 7 (sistema operativo que reveló un secreto importante tras 16 años de misterio). En el pasado, la firma optó por eliminar esta herramienta para favorecer servicios en la nube como OneDrive, pero las versiones preliminares de Windows 11 cuentan con una nueva función (disponible en la app Respaldo de Windows) que permite transferir archivos, aplicaciones, configuraciones y credenciales entre PC mediante Wi-Fi local.

De la misma forma que sucedía en Windows 7, se requerirá ingresar un código en el equipo receptor. Por consiguiente, los usuarios veteranos de Windows han recibido con entusiasmo esta herramienta rediseñada, ya que esta opción permite evitar el uso exclusivo de la nube. No obstante, no se hace ninguna alusión a otra opción fuera de línea, razón por la que no existe forma de transferir archivos vía USB de forma oficial. No obstante, existen herramientas de terceros (véase, por ejemplo, Veeam Agent o Paragon Backup) que ofrecen funciones similares y mejores.

Gracias a esta función, Microsoft demuestra que sigue mirando al pasado si le permite mejorar su presente. Como indica TechSpot, versiones antiguas de Windows como XP, NT o 3.11 aún operan en sistemas críticos como trenes, ascensores y hospitales. Así, mientras un hospital de Nueva York todavía utiliza Windows XP en sus ascensores, algunos cajeros automáticos funcionan con Windows NT, una versión del sistema operativo lanzada en 1993. De hecho, no lo hacen por deseo propio, ya que la estabilidad de Windows XP y su integración con sistemas antiguos provoca que la actualización sea muy costosa.

En Estados Unidos, también existen otros ejemplos de servicios públicos o privados que funcionan con tecnología antigua. El metro de San Francisco, por ejemplo, requería insertar un disquete cada mañana para iniciar su sistema de control de trenes. Además, algunas impresoras de alta calidad de San Diego aún utilizan Windows 2000, pero el caso más sonado es el del sistema médico de los Veteranos del país: utiliza software de 1997 sobre una plataforma de 1985 basada en MS-DOS. De esta forma, a pesar del avance de Windows 11, sistemas como Windows XP aún cuentan con una cuota del 0,33%.

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