Rememoran la primera vez que se escuchó la banda sonora de la revolución cubana

▲ Rachid López, músico que acompaña a Silvio Rodríguez desde hace más de 20 años; Norma Rodríguez Derivet, consejera cultural de la embajada de Cuba en México, y la escritora Patricia Ballote Alvarez.Foto Víctor Camacho
Ana Mónica Rodríguez
Periódico La Jornada
Lunes 26 de mayo de 2025, p. 8
En el libro La Habana, día de un año: A más de medio siglo de una nueva trova
, de Patricia Ballote Alvarez, se revela el momento seminal de un fenómeno artístico considerado la banda sonora de la revolución cubana, mientras las canciones de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola, protagonistas de ese concierto, son parte del alma y poesía de la nación
isleña.
Así se refirió Norma Rodríguez Derivet, consejera cultural de la embajada de Cuba en México sobre la obra publicada por Editorial Ojalá durante su presentación en el Centro Cultural México-Cuba Benny Moré, donde enfatizó: Estamos hablando de tres poetas, no sólo de músicos; son tres grandes artistas e intelectuales con una obra transcendental
.
La tarde del sábado pasado, con la presencia de Ballote y del guitarrista cubano Rachid López, quien desde más de 20 años es uno de los músicos de Silvio Rodríguez y del cantante y compositor chileno Chinoy, se charló sobre el libro que fue realizado –a instancia del autor de Canción del elegido– tras una ardua investigación, que incluye testimonios de algunas personas quienes asistieron ese día a la sala –estudiantes, poetas, narradores y músicos–, así como material fotográfico –con algunas imágenes inéditas– y hemerográfico, entre fuentes radiales y documentales.
Proceso de investigación estimulante
La escritora cubana recordó que la idea surgió cuando se iban a cumplir los 50 años de ese concierto y Silvio Rodríguez propuso hacer un libro sobre esa presentación
del 19 de febrero de 1968, donde se reunieron por primera vez en un recital Rodríguez, Milanés y Nicola en el Centro de la Canción Protesta de la Casa de las Américas.
Mi proceso de investigación, explicó la autora, fue estimulante porque se trata de una fecha que se reconoce como un momento fundacional, que luego de 50 años de historia del movimiento de la nueva trova nos damos cuenta del significado que tiene ese día en que se presentaron juntos los tres veintenañeros desconocidos, invitados por el recién fundado Centro de la Canción Protesta, sin pensar en cómo ese hecho trascendería, impactaría sus vidas y echaría a andar
un fenómeno artístico que trascendió a escala internacional.
Tres estilos diferentes
Ballote Alvarez puntualizó: En el texto se refleja cómo a partir de ese día comienzan a sistematizarse los encuentros con los jóvenes trovadores, cómo empiezan a grabar sus primeros discos y que esa fecha marcó un hito en el posterior desarrollo del movimiento de la nueva trova. Esos tres jóvenes llegaron con un recorrido musical diferente, cada uno con su propio estilo: Pablo venía más del filin, del bolero; mientras Noel, de una familia de tradición de estudios académicos, y Silvio era empírico, más cercano al mundo de la poesía
.
Ellos mismos, agregó, han dicho que han sido músicos con estilos diferentes en el contexto de la revolución y del momento que vivía Cuba en 1968; quienes eran niños, tras el triunfo en 1959 y con la irreverencia de la juventud, tenían que decir cosas por primera vez y querían decirlas. Ellos cantaban a su realidad y su verdad, bajo la etiqueta de canción protesta que, por cierto, de la cual han dicho que nunca se sintieron cómodos, pero era lo del momento
.
En este rescate de la memoria, Ballote también destacó la presencia de otros protagonistas en ese día histórico. Vicente Feliú, Eduardo Ramos y Martín Rojas, que también se presentaron en ese escenario luego de que los primeros tres cantantes habían agotado su pequeño repertorio de canción protesta. Me gusta decir que Vicente, Eduardo y Martín, cuando decidieron asistir como espectadores, no se imaginaron que entrarían en la historia del primer concierto de la nueva trova, y eso es muy bonito
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