De acuerdo con Guaurav Gupta, analista especializado en semiconductores de Gartner, acelerar la producción de chips en China es una de las formas que están lidiando con las restricciones estadounidenses y alerta que también están creando sus propio ecosistema de chips, desde conseguir los materiales, los procesos de fabricación e incluso las pruebas y empaquetamiento.
“Esto les brinda una vía para adquirir chips de IA que quizá no puedan competir con los de las empresas líderes de Estados Unidos, pero siguen progresando”, señala Gupta, y un claro ejemplo es Huawei.
A partir del siguiente mes, Huawei comenzará a realizar envíos del chip de IA 910C a sus clientes en China, según un reporte de Reuters. Se trata de una unidad de procesamiento gráfico (GPU), que logra un rendimiento comparable al H100 de Nvidia, razón por la cual Paul Triolo, socio de la consultora Albright Stonebridge Group, dijo a la agencia de noticias que este chips se convertirá en la opción principal de los desarrolladores chinos.
En Nvidia son conscientes del avance de Huawei en China; sin embargo, Marcio Aguiar, director de Nvidia Enterprise para Latinoamérica, señala que su posición en el mercado se basa en toda su infraestructura y no sólo en los chips.
”Van a poder hacer un buen chip de IA (…) Tienen acuerdos comerciales con muchas naciones, el apoyo de su Estado, alianzas con otras empresas”, detalla, pero agrega que Nvidia cuenta con un ecosistema más fuerte basado en centros de datos y desarrollo de software para diversas industrias, desde robótica, salud y telecomunicaciones, entre más.
Nvidia frente al reto de China
A pesar de esa postura, la participación de mercado de Nvidia en China se ha desplomado de 95% antes de 2022, cuando comenzaron las restricciones a las exportaciones estadounidenses, a 50% actual, según cifras del propio Huang.
“Esperamos que el gobierno (de EU) tenga algo más concreto para poder organizarnos y seguir atendiendo dentro de las regulaciones”, apunta Aguiar. “La incertidumbre no es buena ni para Nvidia ni para los clientes” y ante este contexto la empresa se encuentra desarrollando un nuevo chip Blackwell adaptado al mercado chino.
Según reportes, se espera que tenga un precio de entre 6,500 y 8,000 dólares, una cifra muy por debajo de los 10,000 a 12,000 dólares por los que se vendió el H20, de acuerdo con dos fuentes que hablaron para Reuters, un precio que refleja especificaciones más débiles y requisitos de fabricación más simples.
La insistencia de Nvidia por China no es fortuita. Representó el 13% de sus ventas durante el último ejercicio fiscal y en tres ocasiones ha tenido que adaptar una GPU para librar las restricciones impuestas por las autoridades estadounidenses, que buscan obstaculizar el desarrollo tecnológico chino.
“Se espera que las tecnologías chinas nacionales como Huawei alcancen el rendimiento computacional de las versiones degradadas dentro de uno o dos años”, dijo Nori Chiou, experto en semiconductores y director de inversiones de White Oak Capital Partners, con sede en Singapur.
El rendimiento global de Nvidia no se detendrá
Si bien la carrera de la IA tiene complejidades en China, Aguiar confía en que el rendimiento de la empresa no se va a desacelerar. En el primer trimestre de 2025, la empresa tuvo ingresos de 44,060 millones de dólares superando las expectativas de los inversionistas.
“No creemos que esto vaya a desacelerar. Cada vez hay más casos de uso, labores que están necesitando mucho poder de cómputo para las tareas de inferencias, las compañías están construyendo infraestructura de IA, hardware, almacenamiento para la demanda computacional y desarrollamos más modelos para técnicas más complejas”, afirma.
Además, puntualiza que China no es el único mercado al que están volteando, pues en su intención de alcanzar la soberanía de la IA, están enseñando a otros países a tener su desarrollo local de IA, entre los que destacan Arabia Saudita, India, Japón, Italia, Brasil, Colombia, Ecuador, Uruguay y Chile, entre otros.
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