Estoy convencido de que durante tu viaje por Skyrim has protagonizado grandes aventuras y logrado imponentes gestas. Has vencido a Alduin, participado en una guerra civil y recocido montones de ruedas de queso. Vamos, que eres un Sangre de Dragón estupendo. Pero, ¿eres el mejor Sangre de Dragón? Lo tienes complicado si tienes en cuenta quién fue la fundadora de tu linaje.
La Primera de su Nombre
La Reina Alessia nació en una época en la que los humanos eran esclavos de los elfos de la Tierra Salavajes, quienes los mantenían bajo un yugo opresivo. Sin embargo, en lugar de someterse, Alessia se levantó como una líder rebelde, incitando a los humanos a unirse para derrotar a sus opresores. Gracias a su valentía y el apoyo de los dioses, en particular Kyne, la diosa de la tormenta, Alessia lideró una revuelta que derrocó el imperio de los Ayleid, liberando a los humanos y sentando las bases para lo que sería el Imperio de Cyrodiil.
Este evento histórico no solo significó la liberación de los humanos, sino la creación de una nueva era. Tras la caída de los Ayleid, Alessia fundó un imperio, el Imperio de Cyrodiil, que unificó a las diferentes razas de Tamriel bajo una misma bandera. Su reinado no solo fue político, sino también espiritual, al instaurar el culto de los Ocho Divinos, que uniría a los pueblos de Tamriel bajo una religión común. En su ascenso al poder, Alessia también fue la creadora del Amuleto de los Reyes, un artefacto místico que aseguraba la protección de Tamriel contra los invasores daédra. De propina, fue madre de un minotauro. Y tú preocupado por si te hieren con una flecha en la rodilla.
Estatuna en honor de Alessia en Oblivion
Pero hay más, la historia de Alessia no termina ahí. A través del Amuleto de los Reyes, Alessia se convirtió en la primera Sangre de Dragón, y su linaje fue bendecido por los dioses. Cada emperador que siguió, descendiente directo de Alessia, era un Sangre de Dragón, capaz de conectar con los dragones y proteger a Tamriel de los horrores sobrenaturales. Este linaje perduró durante generaciones, apareciendo en las diferentes entregas de la saga The Elder Scrolls hasta llegar a tu propia historia en Skyrim.
Así que, aunque hayas derrotado a Alduin y hayas conquistado Skyrim, la próxima vez que le robes unas monedillas a un guardia recuerda que el verdadero primer Dragonborn fue una mujer que, desde las sombras de la esclavitud, se alzó para cambiar el destino de todo un continente. Al final, ser el mejor Dragonborn no solo se trata de ir por ahí pegando gritos y matando dragones. Es también reconocer y honrar el legado de aquellos que te precedieron.
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