Incluso aunque aún no te hayas acercado a Clair Obscur: Expedition 33 es probable que hayas escuchado hablar del Gommage. Sin intención alguna de chafarle a nadie la historia, a estas alturas de la película quien más o quien menos sabrá de qué va exactamente el popular RPG que se ha convertido en uno de los firmes candidatos a GOTY de este año. La palabra en cuestión es como su macguffin principal.
La idea detrás del juego de rol por turnos es que, en el universo de Expedition 33, cada año hay un momento en el que parte de la población desaparece. Todos los que tienen cierta cantidad de años se desvanecen como si Thanos hubiese chasqueado los dedos, así que los que sufrirán el mismo destino al año siguiente se embarcan en una expedición para intentar detener el proceso. En definitiva, para evitar que se produzca otra Gommage.
Qué narices significa el Gommage de Expedition 33
Aunque no voy a entrar en detalles específicos de la historia, si quieres llegar al final sabiendo lo mínimo lo más recomendable es que te guardes el texto para otro día. En cualquier caso, es fácil entender qué es el Gommage de Expedition 33 porque, a grandes rasgos, es el suceso en cuestión.
El Gommage es lo que pasa cuando toda esa gente se va a freír espárragos y, como pasa en gran parte del juego por su marcada inspiración francesa plagada de arte a lo Belle Époque, monumentos parisinos distópicos, repelentes mimos y conversaciones sobre vino, tiran del francés para darle empaque. No es la pérdida y tampoco es el chasquido, es el Gommage.
El tema es que, pese a que en ciertos momentos de la trama se habla abiertamente del Gommage y se explica qué está ocurriendo y la razón detrás de esa desaparición, nunca se explica de forma explícita el porqué de ese nombre. Para descubrir qué significa tienes que acudir a un diccionario de francés o, como en mi caso, tener una surrealista intervención de tu pareja: “Gommage, como la crema”.
No suelo ser de los que escuchan con atención lo que ocurre a su alrededor cuando están enfrascados saltando de un vídeo de YouTube a otro buscando información sobre el sistema de diseño de los Pictos de Expedition 33 y la inspiración detrás de la mecánica, pero justo en esta ocasión la cabeza hizo clic. Entre la mezcla de escuchar Gommage una vez más y ver la seguridad con la que respondió mi mujer no puede evitar girar la cabeza y soltar un: “Perdona… ¿QUÉ?”.
Mucho más que un simple borrado
Mientras se daba la vuelta de camino al baño diciendo “sí, la crema exfoliante”, cortocircuité. No pude evitar pensar en por qué en ningún momento me había dado por acudir a Google y mirar qué narices significaba Gommage en francés. Era evidente que detrás de la palabra debía haber una traducción y, en el caso de que fuese algo inventado, se habrían currado algún tipo de explicación u origen retorcido que le diese sentido.
Mientras escuchaba cómo mi mujer abría uno de los armarios del lavabo corrí a hacer lo que no había hecho durante todo el juego. Abrí el navegador del móvil y escribí “gommage francés”. Con uno de sus resultados que terminará mandándonos a todos los juntaletras de internet al paro, Google robaba el clic a una revista sobre belleza mostrándome lo siguiente: “En francés, el término gommage significa borrar. Igual que una goma frotada sobre la piel, el gommage ayuda a eliminar pequeñas imperfecciones y favorece la renovación cutánea”.
Podéis imaginar mi cara en ese momento. Probablemente se parecía mucho a la que algunos de vosotros también tendréis al leer esto si habéis pasado por mi mismo proceso. Y en ese shock tan absurdo como cómico, me percaté de que mi mujer ya estaba justo a mi lado, extendiendo su mano para enseñarme algo en lo que debía centrar mi atención. “Gommage”, me dijo.
Gommage au Sucre “Tonic” aux huilles essentielles. Era un maldito exfoliante para la piel. Una de esas cremas granuladas que aparentemente se cuela en los poros arrastrando lo que sobra en forma de piel muerta y demás porquerías para las que mi cabeza no estaba preparada en ese momento. El maldito macguffin tenía sentido. “Exfoliar, claro joder, exfoliar”.
No es sólo que tenga sentido, es que le da otro aún mayor. El Gommage de Expedition 33 no es un borrado sin más, es una exfoliación. Si bien es cierto que en el último girito la historia me perdió por completo, la idea de esa exfoliación como un proceso lento y concienzudo, destinado a ir eliminando la gente de dicho universo poco a poco, me parece una genialidad que no había alcanzado a ver. Una que he tenido en mis narices cada mañana y cada noche al abrir el armario del baño y que, sin embargo, han tenido que venir a explicarme de la forma más surrealista posible.
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