La industria del automóvil va un paso por delante y cada cierto tiempo nos sorprende con las actualizaciones de los vehículos y de todos los elementos que lo conforman. Ahora es Toyota la que quiere revolucionar el mercado de los motores térmicos con la nueva generación de propulsores que está llevando a cabo. La marca japonesa no tiene confianza en un futuro en el que el 100% de los coches sean eléctricos y por ello ha apostado por la creación de una nueva familia de motores gasolina con 1,5 y 2 litros que promete ser espectacular, con un turbo capaz de desarrollar 600CV en su configuración más deportiva.
Olvidarse de los coches eléctricos
El acuerdo de colaboración que Toyota alcanzó con Mazda y Subaru para mantener su apuesta por los motores térmicos no ha sido el único paso dado. La firma lleva años trabajando en una estrategia que permitirá que los propulsores de gasolina se puedan seguir instalando en sus coches más allá de 2035.
Para el fabricante japonés, el coche eléctrico a baterías tiene un papel muy importante en el futuro, pero esto no lo convierte en el principal protagonista. Es por este motivo por el que se decidió a impulsar el desarrollo de una nueva generación de motores de gasolina.
En Toyota se trabaja en dos motores de gasolina de cuatro cilindros con 1,5 y 2 litros. Se trata de dos mecánicas que comparten tecnología y diseño, que pueden formar parte de esquemas híbridos si así se quiere y que brindarán un nuevo nivel de eficiencia de combustible y reducción de emisiones, pero a su vez también de rendimiento.
El nuevo motor de dos litros de cilindrada está previsto que se pueda comercializar a partir de 2026 y puede convertirse en uno en una gran elección para todos los amantes de los coches deportivos. Este motor será compatible con el uso de una transmisión manual de 6 relaciones o el cambio automático DAT de 8. Además, Toyota no descartar fabricar un híbrido deportivo.
No cambiará los coches de gasolina por eléctricos
A pesar del terreno que están ganando los coches eléctricos, Toyota sigue y seguirá creyendo en los motores de gasolina. Así lo declaró el director de la firma japonesa en Europa, André Schmidt, que dejó clara su visión a medio y largo plazo. En una entrevista, Schmidt criticó, y no era la primera vez, al ejecutivo europeo por imponer un tipo de movilidad que no es la que demandan en la actualidad los clientes: “No puede ser que los sistemas propulsión sean prescritos por el estado”.
El mandatario de Toyota dejó claro que su compañía “cumplirá con todas las normas que establezca la Unión Europea” pero puntualizó que “el cliente es el que decide el éxito o el fracaso”. Por este motivo, los coches híbridos de Toyota son los más buscados del sector, porque “no hay una fecha de finalización para el motor de gasolina”.
Toyota, que sigue siendo el mayor fabricante de coches del mundo, pero su entrada en el sector de los coches eléctricos ha sido igual de lenta que la de sus competidores principales. Una prueba de ello es que a día de hoy tiene un único modelo a la venta. Para Schmidt, “no llegaremos tarde al motor eléctrico, sino justo a tiempo”.
El director general de Toyota en Europa cree que “sería malo si la gente se viera presionada a comprar vehículos eléctricos y luego se desilusionara y volvieran a los de combustión. El enemigo no es el motor en particular, es el CO2. Nuestra tarea como fabricante es reducirlo”.
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