En una industria tan dinámica y exigente como la de los videojuegos, la opción de formar un sindicato se ha convertido en una especie de refugio para encontrar estabilidad laboral y condiciones justas. Empresas gigantes como Microsoft, a pesar de su influencia y recursos, no han estado exentas de críticas por despidos masivos después de comprar Activision Blizzard. Ante este panorama, la organización colectiva es la mejor arma para combatir los recortes.
El equipo de Overwatch 2 se sindicaliza
Casi 200 miembros del equipo de desarrollo de Overwatch 2 en Blizzard han dado un paso histórico al sindicalizarse bajo el nombre de Overwatch Gamemakers Guild-CWA, que está afiliado al sindicato Communication Worfers of America (CWA). Esta movilización, respaldada por una mayoría abrumadora, marca el segundo sindicato formado en Blizzard en menos de un año, siguiendo los pasos del equipo de World of Warcraft, que se sindicalizó en julio de 2024.
También se han formado sindicatos en otros estudios, como Bethesda y Raven Software. Aunque ocurrió hace más de un año, esta decisión llega en un contexto de descontento tras los despidos de 1.900 empleados en la división de Xbox a principios de 2024. El analista de pruebas de Blizzard, Simon Hedrick, le dijo a Kotaku que ese fue “el mayor problema” desde que se unió a la compañía en 2022. “Hasta ese momento, me sentía feliz con lo que hacía”.
El acuerdo de neutralidad laboral firmado entre Microsoft y la CWA en 2022 facilitó el proceso de organización, garantizando que la empresa no interferiría en los esfuerzos sindicales. Con la formación de estos sindicatos, los desarrolladores buscan mejorar sus condiciones actuales y sentar un precedente para que otros equipos en la industria sigan su ejemplo. Todavía no hay respuesta por parte de Microsoft, pero se espera que reconozca el sindicato y mantenga un diálogo fluido con la organización.
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