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Tres gigantes aparecieron y desaparecieron


Cada vez son más sorprendentes los descubrimientos que realiza la NASA y esta vez se trata de tres gigantes manifestaciones cuya aparición y desaparición se pudo captar desde el espacio en sitios y tiempos diferentes, temiéndose que debido al cambio climático estos se hagan más frecuentes. Aquí describimos el riesgo de estas súbitas apariciones.

La NASA con satélites ha descubierto algo inusual en los tranquilos ríos

Desde el espacio puede observarse el planeta en todo su esplendor y desde que ha sido posible colocar satélites en órbita no se ha perdido oportunidad de tratar de captar todo lo que ocurre sobre su superficie, especialmente aquello que registra movimiento, como es el caso de las olas y mareas.

Desde arriba pueden observarse las masas de agua, notándose que las correspondientes al océano registran movimientos rítmicos aunque en ocasiones puede producirse un desplazamiento inesperado y desigual, por ejemplo, un tsunami. Sin embargo, las olas en los ríos pueden ser más peligrosas.

El descubrimiento de olas gigantes que recorren los ríos ha sido efectuado desde el espacio a través del satélite SWOT que fue lanzado en 2022, representando un fenómeno fluvial un tanto amenazante y hasta hace poco desconocido. Se trata de nuevos hallazgos que proporcionan datos críticos acerca de posibles inundaciones.

Gigantescos muros de agua que de repente se derrumban y pueden arrasar todo a su paso

Mediante el satélite llamado SWOT creado por la NASA y la agencia espacial de Francia con el propósito de observar desde el espacio los niveles de alturas de las masas de agua terrestre se pudieron registrar tres olas fluviales gigantescas que han llamado la atención de los científicos y ambientalistas.

El movimiento inusual en los ríos se pudo detectar empleando un instrumento denominado KaRIn, el cual mediante señales microondas que rebotan contra la superficie de los cuerpos de agua puede determinar la altura y anchura de los mismos dependiendo del tiempo que demora la señal en regresar.

A diferencia de las olas oceánicas que son constantes y rítmicas, las fluviales no tienen un comportamiento regular por lo que son difíciles de predecir, pero pueden generar daños considerables, y con ayuda de los datos proporcionados por el satélite SWOT la NASA ha podido medir desde el espacio y por primera vez tres olas que inundaron ríos en territorio estadounidense.

Estas olas gigantes que se comportan  como una pared de agua que se mueve con mucha fuerza y que llega a generar un impacto repentino en zonas río abajo y se asume que una ola fluvial a gran escala representa un potencial peligro. Estas olas no son producidas por vientos, tal como sucede con las oceánicas, sino que pueden ser originadas por:
  • Fuertes lluvias
  • Rápidos deshielos
  • Rupturas de presas

Estos tres gigantes recorrieron buena parte de Estados Unidos y se teme que hayan más

Tres gigantescas olas fueron rastreadas junto a un bloque de hielo desprendido, y aunque se reconoce que no se dispone de base de datos donde se haya recopilado información satelital acerca de olas generadas por inundación fluvial, se pudo obtener con precisión las características de las siguientes:

  • Río Yellowstone en Montana
  • En el río Colorado en Texas
  • En el río Ocmulgee del estado de Georgia

La del río Yellowstone se produjo en abril de 2023 con una altura de 2,8 metros viajando hacia el río Misuri, en Dakota del Norte y con una cresta de 11 kilómetros y cola más extendida. Su causa fue un taponamiento de hielo río arriba liberando grandes volúmenes de agua una vez disuelto.

En el río Colorado ocurrió el 25 de enero de 2024, con una altura colosal de 9 metros y una extensión de 267 kilómetros y un desplazamiento de 1,07 m/s. La causa fue intensas lluvias y alcanzó la bahía de Matagorda, mientras que la del río Ocmulgee aconteció en marzo de 2024, alcanzando una altura de 6 m y 165 kilómetros de extensión. su desplazamiento era de 0,33 m/s.

En conclusión, estas tres gigantes olas fluviales que aparecieron y desaparecieron, de acuerdo al sistema de información satelital de la NASA, se extendieron hasta cientos de metros por un determinado tiempo y no fueron impulsadas por el viento como las olas oceánicas, sino que están siendo provocadas por el cambio climático y es necesario predecirlas.



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