CNN
—
El presidente Donald Trump firmó este lunes un decreto destinado a poner fin a la especulación en los precios de los boletos para espectáculos en vivo.
El decreto ordena a la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) que colabore con la secretaria de Justicia Pam Bondi para garantizar el cumplimiento de las leyes de competencia en el sector de los conciertos y el ocio. Su objetivo es mantener la transparencia de precios en todas las fases del proceso de compra de entradas para los consumidores.
El músico Kid Rock, que también participó en la Convención Nacional Republicana el pasado julio, estuvo presente en la firma en el Despacho Oval.
“He hablado con él a lo largo de los años sobre ello y le molesta”, dijo Trump sobre Kid Rock durante la firma del decreto. “Molesta a muchos otros artistas. Salen con una entrada de US$ 100 y se vende por US$ 2.000 la noche siguiente”.
Trump admitió que no sabía mucho sobre la especulación de precios, “pero lo he comprobado, y es un gran problema”. También animó a Kid Rock, cuyo verdadero nombre es Robert James Ritchie, a decir unas palabras sobre el asunto.
“Quiero que los aficionados tengan precios de entradas justos, que puedan ir a disfrutar de más espectáculos”, dijo Kid Rock. “Me gustaría bajar el precio de mis boletos, pero si los pongo bajos, estos bots se los comen enseguida y las revenden por cientos de dólares más y yo solo estoy haciendo ricos a estos malos actores”.
El decreto de Trump pide una aplicación más rigurosa de la ley Better Online Ticket Sales (BOTS, por sus siglas en inglés), una ley de 2016 que permite a la FTC tomar medidas contra individuos y empresas que utilizan bots para comprar entradas de conciertos al por mayor y revenderlas.
El problema de los precios abusivos fue objeto de gran atención durante la gira Eras Tour de Taylor Swift en 2022, cuando los precios de reventa alcanzaron decenas de miles de dólares. Los elevadísimos precios generaron una fuerte reacción contra Ticketmaster, el mayor sitio web de venta de entradas y promotor de conciertos del país, por parte de los legisladores, que acusaron a la empresa de actuar como un monopolio.
El año pasado, el Departamento de Justicia, junto con 30 fiscales generales de estados y distritos, presentó una demanda antimonopolio contra la empresa matriz de Ticketmaster, Live Nation, alegando que la compañía abusaba de su posición dominante en el sector para perjudicar a los aficionados de todo el país.
En una declaración a CNN, Live Nation dijo que apoyaba los esfuerzos para reformar las prácticas de reventa de entradas.
“Los estafadores y los bots impiden que los fans consigan entradas a los precios que fijan los artistas, y agradecemos al presidente Trump que se enfrente a ellos. Apoyamos cualquier reforma significativa de la reventa, incluida una mayor aplicación de la ley BOTS, límites en los precios de reventa y más”, dijo.
El decreto de Trump se basa en los esfuerzos de la administración Biden para acabar con las comisiones basura en el sector de las entradas de conciertos. En diciembre, la FTC del entonces presidente Joe Biden anunció una norma definitiva que prohibía las comisiones ocultas por “conveniencia” o “servicio” de las entradas de conciertos en la caja.
La industria estadounidense de conciertos en vivo y entretenimiento tiene un impacto económico total a nivel nacional de US$ 132.600 millones y mantiene 913.000 empleos, según datos de 2019 de Oxford Economics.
Esta historia se actualizó con contexto adicional.
Deja una respuesta