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Trump se la queda para él


Los cambios y golpes a México no paran, esta reconocida marca de autos está cada vez más cerca de irse del país debido a los temidos aranceles de Trump.

¿Qué otra marca de autos busca la salida de México?

No es la primera marca que plantea la huida del país, es un tema recurrente en el que otras empresas, como esta popular marca de coches, le da la espalda a México ante la llegada de los aranceles.

Desde que Trump empezó su campaña política, amenazó con aranceles sobre los productos fabricados en México e importados a Estados Unidos. Su plan es fomentar la industria nacional Norteamericana, pues por la mano de obra más económica, muchas empresas automotrices mudaron sus plantas de producción a México.

Para México era maravilloso, fuentes de empleo, ganancias, tecnología e inversión, pero Trump no está feliz con este tema. Como nacionalista, quiere defender su industria a costa de todo, sin importar a quién se lleve por el camino.

Por lo tanto, la marca de autos Stellantis, vuelve a comprometerse con las inversiones en fábricas estadounidenses, evaluando cambiar la producción de sus coches fuera de México.

¿Qué pasará con Stellantis en México? Trump quiere recuperar a las gigantes automotrices

Como parte de sus nuevas estrategias, Stellantis busca planes para su planta en Saltillo, Coahuila, con un rediseño de la exitosa Ram. Pero persiste la posibilidad de trasladar parte de la producción de Ram de México a Detroit si se imponen los aranceles.

De hecho, el presidente Trump ha retrasado los aranceles a las importaciones de automóviles de Canadá y México durante un mes tras las solicitudes de los ejecutivos de los tres grandes fabricantes de automóviles (General Motors, Ford y Stellantis) con la expectativa de que los fabricantes de automóviles trasladen cualquier operación en el extranjero a Estados Unidos antes del 2 de abril.

Los precios de los autos ya están en máximos históricos, y los aranceles amenazan con disparar los precios si continúan fabricando en México. Stellantis construirá una nueva camioneta mediana en su planta de Belvidere, Illinois como parte del acuerdo.

Pero la incertidumbre sobre México continúa. La presión política para repatriar la producción a Estados Unidos y los aranceles, hacen cada vez más fuerza. Además, la competencia en el sector con los autos chinos que se apoderan de México y sus bajos costos, aumentan las presiones.

En respuesta a ello, Stellantis está reorganizando sus cadenas de suministro y diversificación de la producción entre países.

La empresa evalúa de manera constante la posible reubicación de plantas y la optimización de costos operativos para lograr competir en el mercado. ¿Lo logrará? Es el resultado que todos esperan y solo el tiempo podrá darnos la respuesta.

Construir una camioneta más económica, pero sin contar con México

Una de las soluciones para competir en el mercado actual para Stellantis, es producir una camioneta RAM más económica. Los coches chinos ofrecen esta innovación y bajos precios, pero las grandes marcas no pueden competir si los aranceles aumentan sus costos.

Además, la caída del 16 % en las ventas de camionetas Ram durante 2024, son un grave problema. La decisión de discontinuar la Ram Classic en 2024 tuvo consecuencias para la empresa, incluyendo el despido de 1100 trabajadores en su planta de Michigan y el traslado parcial de la producción a México.

Pero con las nuevas políticas e incertidumbres financieras, puede que México ya no sea atractivo como base de producción para la empresa. Las decisiones estratégicas que se tomen, pueden marcar el futuro de miles.

Por tanto, ante la presión de Trump por llevarse a Stellantis a Estados Unidos, puede que el sector automotor se mantenga en una encrucijada por los próximos meses y grandes cambios estructurales para soportar las demandas del consumidor actual.



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