Jesús Estrada
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 8 de mayo de 2025, p. 4
Chihuahua, Chih., El control militar de la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas, impuesto por el Departamento de Defensa de Estados Unidos por orden del presidente Donald Trump, obligó a cancelar el evento binacional Abrazos no Muros, programado para el próximo 10 de mayo. El acto reuniría a 200 familias migrantes en el margen del río Bravo.
En el Día de las Madres, la Red Fronteriza de Derechos Humanos (BNHR, por sus siglas en inglés) había organizado la decimosegunda edición de Abrazos no Muros o Hugs not Walls, con permiso de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, la Guardia Nacional de Texas y la Comisión Internacional de Límites y Aguas. Sin embargo, el Departamento de Defensa, por una disposición desde Washington, ordenó no permitir el evento, el cual dura apenas unos minutos y consiste en que los asistentes se abracen.
Fernando García, director de la BNHR, explicó que la cancelación fue resultado de una decisión política del gobierno de Trump, “a pesar del consenso que había con todas las instituciones regionales.
La declaración de la frontera como zona militar, bajo jurisdicción del Departamento de Defensa, impidió que se realizara el evento, por órdenes que llegaron desde Washington
, indicó.
En rueda de prensa, García afirmó que la BNHR ya contaba con los permisos necesarios y había llegado a acuerdos con autoridades de ambos países para llevar a cabo el acto.
Ante la cancelación de las autoridades, la BNHR convocó a que, en lugar de Abrazos No Muros
, el próximo sábado las familias migrantes protesten contra las políticas xenófobas de Donald Trump, en ambos lados de la frontera. La manifestación llevará por nombre Madres de la Frontera: Amor sin Fronteras
.
En esta nueva acción habrá flores y mariachis, con los que se enviará un mensaje de esperanza, familia, amor y humanidad
, adelantó Fernando García.
Abrazos no Muros reunía a las familias migrantes en un puente de madera instalado especialmente para la ocasión sobre el río Bravo, bajo la vigilancia de activistas y agentes de la Patrulla Fronteriza. Ahora, los militares estadunidenses colocaron un letrero en inglés y español que dice: Se prohíbe la entrada no autorizada. Todas las personas y vehículos que ingresen aquí pueden ser detenidos y registrados
.
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