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Y el mundo lo ha aceptado


La seguridad en los vehículos eléctricos es un tema que siempre está en la mesa, pero cuando se refieren a las baterías, no está muy claro el campo normativo. La mayoría de los países tienen tímidas normas que solo validan las recomendaciones de los fabricantes. Pero ahora China ha tomado “el toro por los cuernos” y es quien decide cómo deben ser y esta marca ya ha creado la primera en cumplir con sus regulaciones.

Las regulaciones de China con respecto a las baterías

Los incendios en los vehículos eléctricos son poco frecuentes debido a que poseen muchas y efectivas protecciones. A pesar de ellas, se han producido y su fuente, en más del 90 % de los casos, han sido baterías defectuosas o mal gestionadas. Pero hay un fenómeno potencialmente peligroso que se llama fuga o avalancha térmica, la que ocasiona incendios o explosiones.

Este es ocasionado por una celda de batería, la que se calienta en exceso y puede afectar a otras en una reacción en cadena y que genera gases inflamables. Para evitar estos riesgos al mínimo, China ha creado unas normas muy estrictas que deben cumplir las baterías, que incluyen que no deben producir estos eventos aun en presencia de la avalancha térmica y superar otras pruebas de resistencia, que el mundo ha aceptado.

Se ha creado la primera batería que cumple con las nuevas normas del país asiático

Las nuevas regulaciones de China que deben cumplir las baterías de los coches en su territorio entrarán en vigencia el primero de julio del año 2026, pero el principal fabricante del país asiático y uno de los más importantes del mundo, CATL, ha presentado este componente que cumple con esta normativa. Su nombre es Qilin y es capaz de soportar el efecto de fuga térmica sin explotar ni incendiarse.

También cumple con las pruebas referidas a su resistencia a un impacto por la parte de abajo del coche y de recibir hasta 300 ciclos de carga rápida y en las pruebas de cortocircuito posteriores, no se incendian ni explotan (estas pruebas son tan estrictas como las que pasaron en su oportunidad las llamadas “baterías de sable”). Los resultados han sido avalados por el Centro de Tecnología e Investigación Automotriz de China.

Se destacan por su tecnología Cell to Pack (CTP), que brinda una densidad de energía de 255 Wh/kg y la posibilidad de aprovechar el 72 % del volumen total. De acuerdo al fabricante, estaría en capacidad de dar a un coche más de 1000 kilómetros de autonomía homologada por el ciclo CLTC. En su parte física lleva una almohadilla térmica que es elástica, a capa intermedia multifuncional y un travesaño interior.

El sistema de refrigeración líquida fue rediseñado y se ubicaron, entre celdas contiguas, piezas funcionales que cuadruplican la superficie de transferencia de calor, disminuyendo los efectos de la avalancha térmica. Al mismo tiempo, proporciona tasas cercanas a 5 C, es decir, que en estado de carga rápida pueden recargarse cinco veces en una hora, por lo que pueden llegar del 10 al 80 % en unos 12 minutos.

El primer vehículo equipado con esta nueva batería de CATL

Este coche eléctrico hecho por el fabricante de China Li Auto es el Li Mega, que equipa una batería Qilin de 102 kWh con régimen de carga 5C. Bajo estas condiciones, las pruebas mostraron que con una carga del 80 % se obtuvo una autonomía de 568 kilómetros. Es de destacar que en este coche, el motor a gasolina está desconectado de las ruedas y solo sirve como cargador de la batería.

En conclusión, para tratar de hacer más seguros los coches eléctricos, China ahora es quien decide cómo serán sus baterías, por lo menos en su territorio (aunque ya hay otro método que posiblemente las sustituya tal y como las conocemos). Deben cumplir con estas normas en lo concerniente a que no exploten ni se incendien, así como con otras pruebas y la CATL ha sido la primera en acatarlas.



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