

El extrusor de la impresora se mueve en un plano fijo, mientras que el tapiz avanza, creando objetos largos sin necesidad de ensamblaje posterior.
- Impresora 3D montada sobre una cinta de correr.
- Imprime objetos de más de 2 metros de largo.
- Ángulo de impresión de 45° con cinta transportadora infinita.
- Extrusor rediseñado para mayor potencia y flujo.
- Controlado por placa Duet 3D y motor Nema 23.
- Prototipo funcional, imprime un kayak en una sola pieza.
- Gran potencial para sostenibilidad y producción eficiente.
Una impresora 3D que rompe los límites del tamaño
Desde su invención en los años 80, la impresión 3D ha revolucionado sectores como la fabricación, medicina, arquitectura y sostenibilidad. Pero aún tenía un límite importante: el tamaño del objeto impreso estaba restringido al volumen del área de impresión.
Dos ingenieros y creadores de contenido, Ivan Miranda (España) y Jón Schone (Países Bajos), han desarrollado una impresora 3D sobre una cinta de correr que elimina esa limitación. El resultado: una máquina capaz de imprimir piezas potencialmente infinitas en longitud.


Diseño innovador: una cinta infinita inclinada
La máquina, también conocida como impresora 3D con cinta transportadora, sustituye la clásica cama fija por una cinta inclinada a 45°. Esta cinta avanza mientras el extrusor, fijo en un solo plano, deposita el material. Así, el objeto impreso se desplaza automáticamente hacia adelante, permitiendo crear piezas largas sin necesidad de dividirlas ni ensamblarlas.
Componentes clave del sistema:
- Extrusor de alto flujo con correa doble para alimentación continua del filamento.
- Motor Nema 23: robusto y capaz de soportar estructuras pesadas.
- Cinta calefactable: adaptada con cable de calefacción para piso.
- Controladora Duet 3D: para gestión precisa de motores, temperaturas y sensores.
- Carcasa móvil con ruedas para trasladar la máquina fácilmente.
Durante las pruebas iniciales, lograron imprimir una pieza de 2,10 metros de longitud en aproximadamente 36 horas de trabajo continuo. Un logro técnico impresionante que demuestra la viabilidad de este enfoque.


Una herramienta versátil y de código abierto
El proyecto se ha desarrollado con espíritu DIY (hazlo tú mismo) y con muchos componentes impresos en 3D o adaptados con materiales accesibles como madera, aluminio y policarbonato. Ambos ingenieros han documentado abiertamente cada paso, fomentando la colaboración en línea y la innovación comunitaria.
Desafíos técnicos superados
Durante el desarrollo enfrentaron varios retos:
- Fijación del extrusor: debido al peso de la estructura inclinada, fue necesario rediseñar soportes y mejorar la ventilación con disipadores personalizados.
- Adherencia en la cinta: se probaron distintos métodos (desde pegamento hasta spray adhesivo) para asegurar que la primera capa se fijara correctamente.
- Control de temperatura y calibración precisa: fundamental en una configuración tan particular como la impresión sobre una superficie móvil.
A pesar de los problemas, lograron estabilizar el sistema, mejorar el rendimiento y aumentar la fiabilidad del extrusor, incluso con boquillas de 1 mm para grandes volúmenes de impresión.
Potencial
Este tipo de impresora 3D tiene enorme potencial en términos de sostenibilidad:
- Reducción de residuos: al imprimir piezas de una sola vez se evita el desperdicio típico del ensamblaje y el corte.
- Producción descentralizada: comunidades pueden fabricar localmente estructuras grandes sin depender de fábricas lejanas.
- Eficiencia energética: aunque las impresiones toman tiempo, el proceso es más eficiente en el uso de material y transporte.
- Aplicación en energías renovables: útil para crear estructuras grandes como alas de turbinas, piezas de generadores o componentes para instalaciones solares.
Además, la posibilidad de imprimir embarcaciones como kayaks o componentes estructurales largos en una sola pasada abre oportunidades en sectores como la logística ecológica, infraestructura modular, vivienda sostenible y transporte acuático sin emisiones.
Esta innovación no solo expande los límites de la impresión 3D, sino que demuestra cómo la creatividad técnica puede aportar soluciones reales a los retos de un mundo que necesita ser más sostenible.
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