
▲ Con la ayuda de actores se dará voz a las pláticas que tuvieron los protagonistas, entre ellos el general Lázaro Cárdenas y el constituyente Francisco J. Múgica (mano derecha del presidente).Foto cortesía de la Filmoteca de la UNAM

▲ Para la realización del documental se consultaron cerca de 200 fuentes históricas del INAH y de archivos pequeños como el de Jiquilpan, Michoacán.Foto cortesía de la Filmoteca de la UNAM
Juan José Olivares
Periódico La Jornada
Martes 18 de marzo de 2025, p. 8
El 18 de marzo de 1938, el entonces presidente, el general Lázaro Cárdenas, anunció por medio de la radio nacional la ley de expropiación que haría públicos los recursos y bienes de la nación, entre éstos, el petróleo que estaba en manos de empresas estadunideses e inglesas, cuya peculiaridad era extraer el recurso con mano de obra barata y condiciones de precariedad.
Pero la tan conocida expropiación petrolera en la historia de este país estuvo a punto de no suceder, como se aprecia en un documental que produce la Filmoteca de la UNAM y que fue visto por La Jornada en el cuarto donde se está editando.
Con imágenes inéditas del suceso, 18MAR38 se cuenta en primera persona; es decir, da voz, con la ayuda de actores y una investigación de los discursos y otras pláticas coloquiales que tuvieron los protagonistas, entre ellos el general Lázaro Cárdenas y el constituyente Francisco J. Múgica (mano derecha del presidente). Se oyen también las del gabinete presidencial (del cuarto de guerra del general Cárdenas, mientras estaban luchando contra las petroleras
), las de los políticos, como el propio Franklin D. Roosevelt; del embajador estadunidense en México, así como de los británicos.
No hay que olvidar que el hecho se enmarcó en condiciones sociopolíticas agrestes, ya que Estados Unidos vivía una depresión económica y Alemania detonaba la Segunda Guerra Mundial en Europa. Y mucho se ha hablado del decreto, pero poco de la deuda que dejó éste, la cual sobrepasaba las posibilidades de pago del gobierno. Sobre ello, fue necesaria la contribución del pueblo, que sin pensarlo hizo caso del llamado y el 23 de marzo, en el Zócalo, ante unas 200 mil personas, el presidente afirmó en un discurso que los mexicanos harían honor a su deuda. Luego se reunió con los gobernadores de los estados. Todos acordaron que cada entidad se organizaría para recaudar sus contribuciones. La gente donaba en las oficinas o escuelas, incluso en la Presidencia el pueblo entregaba lo que tenía: guajolotes, gallinas y hasta joyas. Todo sirvió para conservar nuestra soberanía, como refleja 18MAR38.
Protagonismo del pueblo
Albino Álvarez, director del trabajo fílmico, explica a este diario que ese detalle, el cual se puede apreciar en la cinta, habla del protagonismo de un pueblo que no se une por un patrioterismo, sino por la convicción de que está siendo escuchado y que la justicia social por la que tanto se luchó durante la Revolución y la Constitución de 1917 por fin hace que pueda sentir que tienen un pedazo de tierra, y sobre todo, que el petróleo ayudará a tener mejores niveles de vida
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Más aún, el sentimiento de soberanía se comenzaba a poner en la mesa social. Lo soberano va más allá de lo territorial porque se trata del poder de decidir. Y eso es lo que se pone en el punto central de este documental, que va más allá de la anécdota sobre la expropiación petrolera. Lo que veremos son las consecuencias de ese acaecimiento y cómo en México se empieza a observar el huevo de una serpiente que lamentablemente se desarrollará. O sea que la gran epopeya de la expropiación se torna en una gran fuente de ingresos estatal que beneficia al país, pero tristemente también en otra que genera mucha corrupción
, asevera el subdirector de Rescate y Restauración de la Filmoteca de la UNAM y realizador, entre otros documentales, de El informe Toledo.
Álvarez articula que todo ese pietaje de mosaico popular fue registrado por los departamentos cinematográficos de los gobiernos de la zonas petroleras sólo para hacer registros. Y que la Filmoteca resguarda ese material donado por la familia Cárdenas.
Se trata de un acervo muy valioso y de otros noticieros con los que cuenta la Filmoteca también; sin embargo, no daban suficiente materia para construir un largometraje que abarcara diferentes etapas de todo ese proceso. Entonces, la Filmoteca tuvo que acudir a fuentes externas de noticieros de otros países
.
Hugo Villa, director general de la Filmoteca de la UNAM, abunda en que hay materiales inéditos que fueron producidos por las propias petroleras y que al haber sido filmados por éstas, nunca estuvieron en México, nunca formaron parte de nuestro acervo ni de los mexicanos. Son materiales que gracias a la investigación exhaustiva que hizo Albino Álvarez y el equipo de investigación con el que trabajó, se pudieron hallar y relacionar con el momento histórico y entonces colocarlos en el momento de la narración cinematográfica que valdrá muchísimo la pena visitar. Además, narran específicamente momentos que hablan de un punto de giro
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Villa, productor de cine y abogado en derechos de autor, insiste: No es que creamos que la expropiación esté siendo vista de una manera distinta, más bien es una aproximación metodológica y dramática que es innovadora.
Una parte de la película que le da actualidad, asegura por su lado el realizador, es todo ese coro de voces que son los que van empujando y creando algo emocional en diferentes segmentos, hasta el final, donde pareciera que nos quedamos con una idea cercana a aquella historia. En realidad queremos que se conecte con esta historia viva del presente
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No obstante, el cineasta menciona lo complicado que ha sido ofrecer esa narración en primera persona y darle esa personalidad, “porque de alguna manera nunca conocimos sus voces; vemos las fotos, las imágenes, pero nunca nos imaginamos la voz del general, de su esposa, de los obreros, de esos momentos cuando fueron a entregar sus gallinas, sus aretes… es uno de los momentos más emocionales”.
Comparte que consultaron cerca de 200 fuentes históricas del Instituto Nacional Antropología e Historia y de archivos pequeños como el de Jiquilpan, Michoacán (tierra de Cárdenas), que es el archivo clave que alberga la obra del general Cárdenas y del general Múgica. Lo complicado es extraer de ahí las frases, los párrafos de discursos oficiales de cada una de las voces que conforman esta historia. Son pocas las referencias que encontramos de discursos o pláticas coloquiales. Lo demás fue un trabajo de aproximación dramática que tuvimos que desarrollar con actores del Centro Universitario de Teatro de la UNAM
.
Hugo Villa adelanta que ya mostraron el primer corte a la familia del general Cárdenas. No nos atreveríamos a tener esta charla sin su consentimiento. No abordaríamos a una figura de este tamaño sin considerar todo el respeto que merece. El impulso de tratar este tema es un lote de imágenes que la familia brindó a la Filmoteca. Si crees que la historia es una espiral, digamos de 1938 a la actualidad, necesariamente debemos ubicarnos en el punto en que se desarrolló dicha espiral
.
–Este trabajo dejará un precedente en la Filmoteca. Un archivo fílmico potente –se comenta a Hugo Villa.
–Cuando lo planteó Alvino Álvarez lo consideré una oportunidad formidable; primero, de revisitar la efeméride; después, el de una aproximación cinematográfica que tiene una edición dramática literaria y narrativa, más allá de lo que siempre vemos o hemos recibido y de lo que se nos ha informado sólo como un proceso, una especie de monografía de papelería, en la cual se resumía que los malos nos estaban robando el petróleo, que llegó un santo y nos salvó”.
Villa abunda en que eso fue más que la simple ejecución de un decreto expropiatorio y casi es “un plan secreto que solamente conocían tres personas antes de que lo leyera en la radio. Hay mucha humanidad detrás de ello, una gran complejidad, y el modelo de narración que usa Albino Álvarez te da una idea de lo que lo impulsó al general a analizar la situación, a masticarla, a pensarla y a tomar la decisión final.
Para acabar el filme faltan los acabados de ebanistería de Albino Álvarez y su equipo técnico, así como compaginar los tiempos con nuestro coproductor: la Escuela Nacional de Arte Cinematográfico. Pero a mí lo que más me emociona de esos 90 minutos que dura el filme es entender la proporción humana de quienes tomaron esta decisión que realmente cambió por completo el destino de nuestro país.
La idea, asegura Albino Álvarez, es que 18MAR38 llegue a los jóvenes, que los acerque a una historia viva y contemporánea
, aunque les cause alegría o indignación
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Cuando se termine esta película universitaria la prioridad será estrenarla en salas de la UNAM y luego buscaremos salida en otros lugares
, concluye Hugo Villa.
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