Uno de los principales problemas de Microsoft está relacionado con el uso de sus entornos digitales en espacios públicos. Hace dos años, la firma norteamericana vivió un duro golpe en Europa, ya que Francia decidió prohibir el uso de Office 365 en las escuelas a raíz de la escasa confianza que tenían en la privacidad de la herramienta. Ahora, por desgracia para los intereses de la compañía fundada por Bill Gates, un pequeño estado alemán que reúne al 3,5% de la población total del país (2,9 millones frente a 83,2 millones de habitantes) está a punto de despedirse de las herramientas de Microsoft.
Mientras empresas como TSMC están buscando la forma de construir una fábrica gigantesca de semiconductores en Alemania, el estado de Schleswig-Holstein quiere apostar por la transición hacia software de código abierto. Detrás de esta iniciativa, como señala TechSpot, se encuentra el salto de Microsoft a Windows 11. Así, a raíz de la intención de la compañía de dejar de ofrecer soporte gratuito a los usuarios de Windows 10, 60.000 empleados públicos están acelerando la migración a espacios como LibreOffice o Linux para dejar atrás todas las herramientas de Microsoft.
Europa aboga por el uso de software de código abierto
Este plan de migración no es nuevo, ya que comenzó a trazarse en 2017. Cuatro años después, a raíz del lanzamiento de Windows 11 y la lista de requisitos de hardware que demandaba esta opción, el estado de Schleswig-Holstein decidió acelerar su independencia de herramientas de la marca norteamericana. En la actualidad, unos 30.000 empleados públicos están inmersos en la primera fase de transición, mientras que los otros 30.000 empleados restantes llevarán a cabo la operativa en los próximos años.
Según revela la noticia original, uno de los motivos detrás de este movimiento es el ahorro económico para instituciones públicas. A pesar de la existencia de versiones gratuitas, las licencias empresariales de pago de Microsoft ofrecen las mejores herramientas, razón por la que los ayuntamientos, colegios y otras vertientes invierten millones de euros en ellas. Además, la decisión también guarda relación con las preocupaciones en torno a la soberanía digital tras la guerra en Ucrania, una situación que reveló las dependencias tecnológicas de algunos países.
Por desgracia para los intereses de Microsoft, no es la primera vez que la marca se enfrenta a situaciones complejas en el Viejo Continente. Tras minimizar el impacto de Skype con la llegada de Teams, la compañía norteamericana se vio obligada a reducir sus precios para evitar una multa masiva. De esta forma, la intención de Schleswig-Holstein se suma a las decisiones de países como Francia, India o Dinamarca, una serie de regiones que han decidido dejar atrás las herramientas de Microsoft. De hecho, la legislación europea promueve el uso de software abierto en organismos públicos y, por ello, es probable que esta decisión vuelva a repetirse en otras localizaciones.
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La noticia
Alemania se “harta” de Microsoft y ha incentivado a 60.000 funcionarios a abandonar Office: “¡Se terminó el uso de Teams!”
fue publicada originalmente en
3DJuegos
por
Abelardo González
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