A lo largo de la vida de la Nintendo original hubo un buen puñado de juegos que, efectivamente, tuvieron el famoso sello de calidad que aseguraba, simplemente… que estaban licenciados. Aunque, durante años, muchos lo confundieron con un sello de calidad real (como si se trata de una selección de grandes éxitos), lo cierto es que no tenía nada que ver. Eso sí: cuando un título venía sin esa distinción, era hora de echarse a temblar.
Grandes mitos de la historia de los juegos malos, como Bible Adventures o Action 52 se lanzaron sin licencia de ningún tipo, la excusa que varias editoras utilizaron para colar cutres juegos con desnudos (Bubble Bath Babes, Peek-a-boo poker), ports falsos o títulos decididamente cutres. La verdadera mandanga tabú de NES está en esta lista infame de juegos sin licencia, sí, pero durante un tiempo en Nintendo nos quisieron convencer de que ellos también podían jugar en la cuerda floja de la moralidad.
Lo echamos a suertes
Desde 1987, una recién formada Rare se dedicaba en exclusiva absoluta a realizar juegos para NES, adaptaciones básicas pero necesarias en todo catálogo, como La ruleta de la suerte, WWF Wrestlemania o Marble Madness. Para que os hagáis una idea del nivel de producción, en el 89 hizo 16 títulos para la consola, más de uno al mes. Así era la calidad, claro: aún faltaban años para sus Battletoads, Donkey Kong Country, Goldeneye 007 o Banjo-Kazooie, y en aquellos primeros compases estaban aprovechando para sacarse un dinerillo que mantuviera el estudio a flote.

De vez en cuando tenían el encargo de un juego original. Es lo que pasó en 1988, cuando Tradewest, una distribuidora que había tenido cierto tirón con el Ikari Warriors para arcade o la adaptación para NES de Double Dragon decidió que era el momento de explotar la -entonces- incipiente moda americana del tarot con un juego que prometía emociones fuertes gracias a un título que por aquel entonces conquistó a todo adolescente con ganas de novedades jugonas que pasara por su lado. Taboo: The Sixth Sense se lanzó en abril de 1989 en Estados Unidos, pero nadie esperaba lo que se escondía en su interior.
Y es que Taboo se vendió como party game para niños y adultos, pero realmente era… un simulador de tiradas de tarot. Tal cual. Al encenderlo, la pantalla pedía nombre, fecha de nacimiento y género del jugador, le pedía que preguntara algo, mezclaba las cartas y generaba una lectura de tarot. Por si estabas poco maravillado, aún tenía un giro más: después, los jugadores elegían un estado del país y generaba números para la lotería. Si ganó alguien, desde luego, nunca se ha llegado a saber. Pero Taboo, dentro de su simpleza, escondía varios secretos en su interior.
Lo que estaban esperando ver: ¡Desnudos pornográficos!
Una de las máximas de Nintendo -especialmente en esta primera época- es que los juegos no tuvieran desnudos ni iconografía religiosa. Sin embargo, Taboo, de alguna manera, conseguía salirse con la suya en ambas. Particularmente, en un par de cartas se podía ver a una mujer sin camisa y una pareja de espaldas enseñando el trasero. Había que echarle un poco de imaginación entre píxeles, pero claramente Rare consiguió lo imposible: que Nintendo pasara por alto esta violación flagrante de sus reglas y llegara a licenciarlo.

Al poco de salir, Taboo se ganó también una leyenda urbana que le persigue hasta nuestros tiempos. Se decía que algunos chavales, al probar su suerte, recibieron en pantalla el inequívoco mensaje de que estaban a punto de morir… Y lo hicieron poco después, lo que llevó a que el juego fuera retirado inmediatamente de las tiendas. Por supuesto, es todo mentira: las “profecías” del juego jamás señalarían la muerte de nadie y el título, aunque causó cierta polémica por su contenido adulto, no fue lo suficientemente conocido como para ser sancionado por el Congreso estadounidense y prohibir su venta. Incluso antes de Internet ya había fake news.
Lo más curioso de Taboo, al final, es su mera existencia: ¿Un juego de tarot que no se juega y que es totalmente aleatorio, de Rare y lanzado solo en Estados Unidos a finales de los 80? Puede que NES sí que tuviera juegos más tabú, pero, desde luego, pocos más extraños que este. ¿Es la hora de un reboot para Switch 2? Con las tiendas online, nunca se sabe.
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