En las profundidades del Mar de la China Meridional, el gigante asiático está a punto de comenzar la construcción de una instalación de investigación pionera. Se trata de la llamada “estación espacial de aguas profundas”, que se asentará a 1,9 kilómetros de profundidad debajo las aguas de este mar.
Según informó el South China Morning Post el pasado mes de febrero, se espera que la instalación esté terminada en 2030 y tenga capacidad para albergar hasta seis científicos.
Centro de investigación submarina avanzado
La estación cumplirá múltiples funciones: desde convertirse en una base para explorar una nueva fuente de energía hasta descubrir nueva vida marina, así como también explotar la riqueza mineral del lugar. “Se trata de entornos únicos que previamente se han encontrado repletos de vida y albergan vastos depósitos de hidratos de metano, un recurso considerado como una fuente potencial de energía”, comentan desde el portal Oceanographic.
Desde Popular Mechanics, una revista estadounidense dedicada a temas de ciencia y tecnología, subrayan que tal estructura “deberá soportar la aplastante presión atmosférica” de la inmersión a 1,6 kilómetros, donde la luz no puede penetrar y la presión es 200 veces superior a la que sentimos a nivel del mar. “Los residentes de la estación necesitarán un sistema de soporte vital a largo plazo que pueda funcionar en estas condiciones inusuales”, señalan.
De hecho, desde el South China Morning Post enfatizan que la estación estará equipada con un sistema de soporte vital avanzado, que permitirá a los científicos operar en sus profundidades durante misiones de hasta un mes de duración.
También albergará una red de monitoreo permanente en una zona particularmente grande de “filtración fría”, es decir, un lugar donde la actividad tectónica perturba el petróleo y el metano ahí enterrados, haciendo que se “filtre” por las grietas del lecho marino, donde se mezcla con sedimentos y luego se expande sobre una zona de varios cientos de metros de ancho, explican desde Popular Mechanics.
La estación también colaborará dentro de una red de sumergibles no tripulados, barcos y observatorios de los fondos marinos que trabajarán juntos para establecer un sistema de monitoreo de “cuatro dimensiones”. También se incluye el conocido buque de perforación chino, Mengxiang, un taladro diseñado “para alcanzar el manto terrestre, a más de diez kilómetros debajo del Mar de China Meridional, con la esperanza de descubrir antiguos climas marinos y mejorar el monitoreo de la tectónica de placas para reforzar los sistemas de alerta temprana de terremotos y tsunamis en la región”.
Un proyecto en un mar en disputa
El proyecto viene acompañado de varias controversias; la principal es la antigua disputa territorial que abarca vastas regiones del propio Mar de China Meridional. De hecho, desde el portal Oceanographic indican que “una instalación de investigación en aguas profundas en la zona sin duda consolidaría la posición de China” en dicho mar.
“Si China establece una presencia submarina permanente, será una forma de justificar operaciones militares a largo plazo para proteger estos activos, lo que podría agravar aún más las tensiones geopolíticas”, señalan desde Popular Mechanics.
“Es una zona con recursos muy codiciados. En particular, la región submarina es rica en reservas de hidrato de metano, estimadas en 70.000 millones de toneladas”, señalan desde Oceanographic, “lo que representa aproximadamente la mitad de las reservas actuales de petróleo y gas de China”, agrega.
Los detalles de los planes fueron revelados al South China Morning Post por el investigador Yin Jianping, del Instituto de Oceanología del Mar de China Meridional de la Academia de Ciencias de China.
Editado por Andrea Ariet con información de IFL Science, Popular Mechanics, Oceanographic.
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