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Después de ocho años, El Mini Lic sigue impune por el crimen de Javier Valdez


Gustavo Castillo García

 

Periódico La Jornada
Jueves 15 de mayo de 2025, p. 7

La reaprehensión de Dámaso López Serrano, El Mini Lic, por Estados Unidos es una nueva oportunidad para que sea extraditado a México y enfrente el proceso penal abierto en su contra por ser autor intelectual del asesinato de Javier Valdez Cárdenas, corresponsal de La Jornada, perpetrado el 15 de mayo de 2017, señalaron mandos de la Fiscalía General de la República (FGR).

A ocho años del homicidio, El Mini Lic es el único que falta por ser llevado ante los tribunales mexicanos por este caso. Dos de los autores materiales: Heriberto Barraza Picos, El Koala, fue sentenciado a 32 años de prisión, y Juan Francisco Picos Barrueto, El Quillo, a 14 años; Luis Ildelfonso Sánchez Romero, El Diablo, fue asesinado en septiembre de 2017, en San Luis Río Colorado, Sonora.

Dámaso López está detenido en Estados Unidos, adonde huyó y se convirtió en testigo colaborador en el juicio contra El Chapo Guzmán; tras declararse culpable de narcotráfico, permaneció en prisión hasta 2022 y actualmente enfrenta en ese país otro proceso por delitos contra la salud. La FGR ha realizado múltiples solicitudes para que sea extraditado a México.

El seguimiento informativo que Javier Valdez dio a la disputa interna del cártel de Sinaloa no gustó a los líderes de la organización, concretamente a El Mini Lic, quien de acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), habría ordenado su asesinato por haberlo descrito en la columna Malayerba como “narco de corridos por encargo y pistolero de utilería y de fin de semana”.

Desde un año antes de su homicidio, el autor de Periodismo escrito con sangre y una larga bibliografía en torno al narcotráfico y su repercusión social, narró distintos acontecimientos que mostraban la guerra intestina que vivía la principal organización criminal en México y la disputa en que se encontraban la facción de Los Chapitos (que tenían como supuestos aliados a Los Dámasos) y el grupo que dirigía Ismael El Mayo Zambada García.

En su trabajo, el corresponsal de La Jornada y fundador del semanario Ríodoce, también dio cuenta de lo sucedido el 15 de agosto de 2016, cuando Iván y Alfredo Guzmán Salazar fueron secuestrados en el restaurante La Leche, en Puerto Vallarta, Jalisco. Este plagio supuestamente lo realizó el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG); hay versiones que señalan que fue a solicitud de Los Dámasos.

Para que Los Chapitos fueran entregados con vida, en la negociación de ese acontecimiento se involucró El Mayo Zambada (quien en julio de 2024 sería traicionado por Joaquín Guzmán Salazar y trasladado ilegalmente a Estados Unidos).

A principios de 2017, El Mini Lic –hijo de Dámaso López Núñez, El Lic, compadre de Joaquín Guzmán Loera–, creyó que podría desplazar a Los Chapitos, ya que el 17 de enero de ese año México entregó en extradición a El Chapo a Estados Unidos.

El 6 de mayo de 2017, Javier Valdez escribió en La Jornada: “el hijo de Dámaso López, El Licenciado, controla dos grupos de sicarios y se considera ‘un joven seductor’ que difundía hasta hace unos meses su vida en zonas del Triángulo Dorado.

El Mini Lic se mueve con relativa libertad en la región bajo el control de este grupo criminal que forma parte del cártel de Sinaloa, acompañado por un grupo de alrededor de 20 personas, la mayoría con armas largas y en vehículos de lujo.”

Un día después, publicó en Ríodoce, en su columna Malayerba: “Dámaso López Serrano, de quien se dice es bueno para el cotorreo, pero no para los negocios, sólo bebe las mieles que siembra y cosecha –o cosechaba– su padre… El Mini Lic, narco de corridos por encargo y pistolero de utilería y de fin de semana”.

Después de la publicación, según las investigaciones de la Feadle, El Mini Lic ordenó a El Koala, El Diablo y a El Quillo que lo mataran; recibieron 100 mil pesos y una pistola plateada con los rostros de Los Dámasos grabados.

El 15 de mayo de 2017, los tres sicarios emboscaron a Javier Valdez en la calle Vicente Rivapalacio, colonia Jorge Almada. A unas calles del semanario Ríodoce, chocaron su vehículo con el del periodista, lo obligaron a descender y abrieron fuego.

En 2011, Javier recibió el Premio Internacional de Libertad de Expresión; en la ceremonia afirmó: en Culiacán, Sinaloa, México, es un peligro estar vivo. Y hacer periodismo es caminar por una invisible línea marcada por los malos que están en el narcotráfico y en el gobierno; un piso filoso y lleno de explosivos. Uno debe cuidarse de todo y de todos.



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