El fenómeno de ‘Una película de Minecraft’ sigue creciendo y todavía está por ver cuál es su techo. Sin embargo, la adaptación del famoso videojuego también está dando mucho de lo que hablar por el caos que está generando en algunas salas. Desde los cines ya se han pronunciado diciendo que quien actúe así “será expulsado y no tendré derecho a reembolso“, pero ahora ha llegado un giro inesperado porque el director Jared Hess se ha pronunciado a favor de los espectadores que actúan así.
“La gente está hambrienta por experiencias así”
Al director de ‘Una película de Minecraft’ le han preguntado sobre el gran éxito de la misma en Entertainment Weekly, donde también han incidido en una moda que incluso ha dado pie a desalojos policiales. Hess no ha podido ser más claro en su opinión al respecto:


Es raro cuando te estás divirtiendo demasiado y llaman a la policía. Es gracioso porque creo que es literalmente animar y tirar palomitas, lo que me hace mucha gracia que llamen a la policía por palomitas. Sí, es divertidísimo. He visto tantos vídeos graciosos. Es genial, sobre todo cuando la gente se sube a los hombros de sus amigos y se levanta y anima en esos momentos. Es como una anticipación loca. Pero, tío, me alegro de que la gente esté creando recuerdos con sus amigos y familias.
Estoy muy contento de que a la gente le guste volver al cine y ver las cosas en comunidad, como un grupo de personas. Nos hemos aislado tanto en nuestros dispositivos, que es divertido experimentar las cosas como un grupo de seres humanos. Creo que la gente está hambrienta por experiencias así. Por eso es divertido que la hayan encontrado en esta tonta película que hemos hecho.
Personalmente creo que hay un problema de difícil solución. Por un lado, hay espectadores a los que cada vez cuesta más motivar para que pasen por caja y vayan al cine, lo que obliga a intentar conseguir un aura de acontecimiento que se consigue incentivando esto.
Lo que Hess olvida es que esto puede acabar desterrando de las salas al público regular, por lo que se estaría fomentando la ganancia a corto plazo a costa de poner en peligro la sostenibilidad de las salas de cine. No son pocos los espectadores que no tienen el más mínimo interés en en verlas en esas condiciones, y quizá se les pueda ignorar en el caso de ‘Una película de Minecraft’, pero luego igual pasan de ir a ver otras películas por temor a encontrarse algo así.


Quizá simplemente haya que hacer pases separados en casos así. Unos para los que quieran desatarse pero dentro de un orden -tampoco es plan de permitir hacer cualquier cosa- y otros para los que quieran disfrutar de la película con calma y no pervertir lo que para ellos es la experiencia cinematográfica.
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