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El director Diego del Río sueña con llevar Un tranvía llamado deseo a poblaciones remotas


El director Diego del Río sueña con llevar Un tranvía llamado deseo a poblaciones remotas

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▲ En entrevista con La Jornada el también cineasta Diego del Río opinó que los teatros son espacios de acopio donde las personas pueden guarecerse de la barbarie.Foto Yazmín Ortega

Ana Mónica Rodríguez

 

Periódico La Jornada
Sábado 14 de junio de 2025, p. 6

El sueño de Diego del Río, quien dirige la obra Un tranvía llamado deseo, la cual ha agotado taquilla durante tres temporadas, es llevarla a lugares remotos, lo cual se complica por cuestiones de logística que impiden presentarla en poblados.

Del Río, quien afirmó que el teatro es su casa y su pasión el arte escénico, dijo en entrevista con La Jornada que el clásico de Tennessee Williams tendrá una función especial en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris el miércoles y luego emprenderán una gira con funciones en Guadalajara en el Complejo Santander (20 y 21 de agosto), Monterrey en el Teatro de la Ciudad (30 de agosto) y Torreón en el Teatro Isauro Martínez (2 de septiembre).

Me encantaría llevar el montaje a lugares donde normalmente no llegan las propuestas teatrales como sucedía antes. La verdad es que es muy peligroso andar en las carreteras y muy triste, porque el público del interior del país no tiene la posibilidad de ver las obras, señaló el director, quien también se alzó, el año pasado, con cuatro Premios Ariel por su ópera prima Todo el silencio.

Sobre el arte escénico comentó: Los teatros se vuelven recintos de resguardo, ya lo vimos con la pandemia y los terremotos; son espacios de acopio donde las personas pueden guarecerse de la barbarie, dicho literalmente, pero también metafórica y emocionalmente. El teatro existe como espacio, no de confort para olvidarse de la vida, sino para retomar nuestra humanidad. Creo que como especie hemos perdido el contacto con lo humano, mientras la inteligencia artificial avanza cada vez más.

En este camino tecnológico, agregó, algunos lenguajes sufrirán, pero el arte escénico no, porque éste no puede hacerse sin la presencia viva de un cuerpo que mira a otro lo cual se vuelve algo orgánico.

Sinergia con la audiencia

Sobre el clásico de Williams, donde el dramaturgo estadunidense critica la manera en que la sociedad maneja la salud mental y perpetúa la violencia de género muchas veces romantizándola, expresó: “Dentro de las obras que considero especiales, a Un tranvía llamado deseo lo pondría en una cúpula muy especial; no por algo Tennessee es el gran poeta del teatro del siglo pasado, porque no sólo escribió de temas que estaban adelantados a su época, sino que lo hizo de manera que envuelve el espíritu humano de una forma peculiar”.

La adaptación de esta obra ha generado un gran interés porque tiene una historia polémica gracias al trabajo del elenco original, por su película y los mitos en torno a las actrices que han interpretado a Blanche DuBois. Por otra parte, nuestra propuesta interpela el presente y lo contemporáneo, pero con material clásico de una manera que lo vuelve atemporal, sin omitir que el elenco se entrega de manera profunda, a manera de ensamble generando una sinergia con la audiencia.

La historia gira en torno a Blanche DuBois, una mujer atrapada entre sus traumas del pasado y una realidad que no le concede tregua, en una convivencia tensa con su hermana Stella y la rudeza que caracteriza a su cuñado, Stanley Kowalski.

La obra examina la codependencia y el machismo en la relación de Stella y Stanley, un matrimonio que se mueve entre el amor y la violencia, y que con la presencia de Blanche se intensifica en tensiones, revelando la agresividad de Stanley frente a la vulnerabilidad de Blanche, contó Del Río, quien aseguró que a los espectadores en su butaca los atrapa la música, las palabras de Williams y, sobre todo, la propuesta actoral y escénica, que tiene una condición muy animal, en el sentido de desnudez.

Con 37 obras en su quehacer escénico, Diego del Río culminó con éxito la tercera temporada con 25 presentaciones el 8 de junio pasado en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque.

El elenco en este viaje teatral está conformado por Marina de Tavira, Rodrigo Virago, Astrid Mariel Romo, Andrés Penella, Mónica Jiménez, Alejandro Morales, Rodolfo Zarco, Diego Santana, Federico Di Lorenzo, Patricia Vaca y Gonzalo De Esesarte, quienes dan vida a esta desgarradora historia con intensidad y compromiso escénico.

Para septiembre, comentó Del Río, comenzaré a filmar mi segunda película con un guion que escribí junto con Diana Bracho y Talia Yael, el cual habla sobre la demencia senil, el amor y el sexo en la tercera edad. Es una idea que se sembró hace casi ocho años y ha sido un trabajo profundo desarrollar el proyecto.

Un tranvía llamado deseo se presentará el miércoles a las 19 horas en en el recinto ubicado en Donceles 36, Centro Histórico.



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