El motor más grande del mundo ha hecho su aparición en pleno proceso de descarbonización. Su llegada rompe con el paradigma impuesto, especialmente después de lo expuesto por un estudio alemán. Se advirtió que el metanol (único alcohol que tiene tres hidrógenos en la base de su hidroxilo) acota el 96% de las emisiones en el transporte marítimo.
El uso de metanol verde para propulsar el transporte marítimo puede bajar las emisiones contaminantes este asombroso porcentaje. Así lo ha expuesto un informe del Centro Aeroespacial Alemán (DLR) encargado por Greenpeace. “El metanol verde puede marcar el camino para que el transporte marítimo tenga un futuro respetuoso con el clima”, dijo a DPA Clara Thompson, portavoz de Greenpeace. Esto antes de ingresar a una reunión con la Organización Marítima Internacional (OMI) en Londres.
El análisis del departamento de energía marítima del DRL reveló que el metanol no solo es fácil de utilizar, sino que, a diferencia de lo que sucede con el hidrógeno o el amoníaco, prácticamente está siempre listo para ser utilizado. Los especialistas indicaron que puede generarse haciendo uso de fuentes de energía renovables y los motores marinos pueden transformarse fácilmente para emplearlo como combustible.
El metanol hace historia en este motor: es el más grande del mundo en su categoría
La compañía suiza de tecnología marina WinGD ha sacado su primer motor de combustión a metanol, el más grande creado hasta el momento. Ostenta un calibre de 92 cm y 10 cilindros. Se trata de una pieza de diez cilindros y un calibre de 92 centímetros.
Ha superado las pruebas con éxito y ahora planean instalarse en portacontenedores de 16 000 TEU, afianzándolo como el motor de metanol más grande del mundo.
En la actualidad, la plataforma X-DF-M de WinGD dispone de 56 motores en pedido, con dimensiones que oscilan entre 52 y 92 centímetros y configuraciones parecidas a las de motores diésel convencionales de la gama X-Engines.
La inclusión del metanol en la línea de combustibles disponibles extiende las opciones de descarbonización para los operadores de transporte marítimo, que hasta el momento han tenido a su disposición la tecnología X-DF basada en gas natural licuado (GNL) y la plataforma X-DF-A, que usa amoniaco como combustible.
Revolución en el sector marítimo: ahora utilizan alcohol en sus motores
Aunque pensamos que con este sistema de metanol ya lo habíamos visto todo, nos equivocábamos. Lo que está pasando con este motor grandioso está a otro nivel. La entrega del primer motor X-DF-M tuvo lugar en una ceremonia celebrada en la fábrica del constructor de motores CMD en Shanghái.
Los ejecutivos de WinGD, MD y la Corporación Estatal de Construcción Naval de China estuvieron acompañados de autoridades gubernamentales y clientes internacionales. Sumado a esto, 8 sociedades de clasificación estuvieron allí para firmar la certificación de aprobación de tipo del X-DF-M.
De esta manera, garantizaron que el motor podría fabricarse según el diseño de WinGD por cualquier firma autorizada.
Proyección del nuevo motor de metanol
La integración de nuevos combustibles alternativos es vital para estar al día con las regulaciones internacionales en términos de reducción de emisiones.
Con propuestas como la de X-DF-M, las compañías marítimas tienen opciones sostenibles y escalables, que les permiten ejecutar una transición ordenada hacia el esperado futuro neutro en carbono.
La aparición del motor de metanol más grande del mundo marca un antes y un después en la industria naviera más ecológica, consolidando el compromiso de WinGD con la innovación en renovables y eficiencia energética.
Al igual que ocurre con el GNL, el metanol puede originarse con bajas emisiones de carbono, usando biomasa o energía renovable con captura de carbono.
Este tipo de combustibles suponen una opción viable para bajar la huella de carbono en el transporte marítimo y están alineados con las estrategias de descarbonización que también incorporan opciones como amoniaco verde y e-diésel.
El motor más grande del mundo alimentado por alcohol ya es un hito en el sector marítimo. Tanto como el golpe definitivo que acaba de dar Noruega con este motor.
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